El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, lleva meses dando largas a aquellos insistentes miembros de su partido que le urgen a fijar ya las primarias y, aunque parece que ha amarrado con los 'barones' enfriar el debate para no eclipsar la conferencia política, no logra zafarse del todo de este asunto. Ferraz se ha esforzado en los últimos días para aplacar de nuevo un debate reabierto otra vez al trascender las supuestas presiones de hipotéticos candidatos, como el exlehendakari Patxi López, para no seguir postergando el tema.
Con el fin de calmar a todos se ha insinuado que en el próximo Comité Federal del partido, previsto para diciembre o enero, se podrían concretar las fechas. Un calendario que llevaría a los socialistas a votar en el otoño de 2014 a su próximo candidato a la Moncloa, después de las elecciones europeas de mayo y casi de forma simultánea con las primarias que deben abrirse para los comicios autonómicos y locales del año siguiente.
Sin embargo, hay en el PSOE a quien le sigue pareciendo que para entonces es demasiado tarde y que hay que hacer primarias antes, para que sirvan de revulsivo en las europeas de mayo e intentar evitar, así, una nueva catástrofe electoral. De esa opinión es el líder del PSM, Tomás Gómez, que esta semana ha roto la tregua que parecía haberse dado con Rubalcaba y ha apostado por convocar las primarias para el próximo mes de febrero. También defienden esa opción los miembros de Foro Ético, entre quienes se encuentran el exministro Miguel Ángel Moratinos, el diputado vasco Odón Elorza o la dirigente juvenil Beatriz Talegón.
La dirección federal siempre ha defendido que la fecha de las primarias es una decisión estratégica del partido y que era mejor no dar pistas al PP, y también ha abogado por pegarlas lo máximo posible a las generales y aprovechar así el tirón mediático. De hecho, el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, no ha dudado en replicar que la fecha de las primarias 'no la va a poner Tomás Gómez, sino que se hará entre todos los socialistas donde corresponde, en el Comité Federal'.
El núcleo duro del partido teme que el debate sucesorio acabe eclipsando la conferencia política, que se celebrará entre el 8 y el 10 de noviembre, y que quede en un segundo plano todo el trabajo que se lleva desarrollando desde hace un año para la renovación del proyecto socialista.Sea como sea, Tomás Gómez, por ejemplo, ya ha anunciado que planteará en la conferencia su propuesta de convocarlas en febrero.
Y el pacto con los dirigentes territoriales no abarca más allá de quince días. Distintas federaciones han incidido en la necesidad, una vez pasada la conferencia, de clarificar cuanto antes el calendario, porque la incertidumbre -alegan- lastra la recuperación electoral del partido.
EL LASTRE DE ZAPATERO
Frente a esa opinión, otros dirigentes socialistas creen que la ciudadanía todavía no ha perdonado al PSOE por su gestión de la crisis en los dos últimos años del Gobierno de Zapatero y que cualquier candidato elegido con tanta antelación podría quedar abrasado demasiado pronto si el partido tiene malos resultados en los procesos electorales que hay antes de las generales.Esa, de momento, parece ser la tesis de la federación andaluza, la más poderosa de todo el partido socialista.
Mientras tanto, los hipotéticos candidatos siguen sin desvelar sus cartas. A Patxi López se le atribuye un nerviosismo por la demora que el exlehendakari se ha apresurado a negar. El secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina, avisa de que no se puede esperar demasiado tiempo. La exministra Carme Chacón, el líder del partido en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, o el propio Tomás Gómez son otros de los nombres que siempre aparecen en las quinielas.
Sin embargo, hay en el PSOE a quien le sigue pareciendo que para entonces es demasiado tarde y que hay que hacer primarias antes, para que sirvan de revulsivo en las europeas de mayo e intentar evitar, así, una nueva catástrofe electoral. De esa opinión es el líder del PSM, Tomás Gómez, que esta semana ha roto la tregua que parecía haberse dado con Rubalcaba y ha apostado por convocar las primarias para el próximo mes de febrero. También defienden esa opción los miembros de Foro Ético, entre quienes se encuentran el exministro Miguel Ángel Moratinos, el diputado vasco Odón Elorza o la dirigente juvenil Beatriz Talegón.
La dirección federal siempre ha defendido que la fecha de las primarias es una decisión estratégica del partido y que era mejor no dar pistas al PP, y también ha abogado por pegarlas lo máximo posible a las generales y aprovechar así el tirón mediático. De hecho, el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, no ha dudado en replicar que la fecha de las primarias 'no la va a poner Tomás Gómez, sino que se hará entre todos los socialistas donde corresponde, en el Comité Federal'.
El núcleo duro del partido teme que el debate sucesorio acabe eclipsando la conferencia política, que se celebrará entre el 8 y el 10 de noviembre, y que quede en un segundo plano todo el trabajo que se lleva desarrollando desde hace un año para la renovación del proyecto socialista.Sea como sea, Tomás Gómez, por ejemplo, ya ha anunciado que planteará en la conferencia su propuesta de convocarlas en febrero.
Y el pacto con los dirigentes territoriales no abarca más allá de quince días. Distintas federaciones han incidido en la necesidad, una vez pasada la conferencia, de clarificar cuanto antes el calendario, porque la incertidumbre -alegan- lastra la recuperación electoral del partido.
EL LASTRE DE ZAPATERO
Frente a esa opinión, otros dirigentes socialistas creen que la ciudadanía todavía no ha perdonado al PSOE por su gestión de la crisis en los dos últimos años del Gobierno de Zapatero y que cualquier candidato elegido con tanta antelación podría quedar abrasado demasiado pronto si el partido tiene malos resultados en los procesos electorales que hay antes de las generales.Esa, de momento, parece ser la tesis de la federación andaluza, la más poderosa de todo el partido socialista.
Mientras tanto, los hipotéticos candidatos siguen sin desvelar sus cartas. A Patxi López se le atribuye un nerviosismo por la demora que el exlehendakari se ha apresurado a negar. El secretario general del grupo socialista, Eduardo Madina, avisa de que no se puede esperar demasiado tiempo. La exministra Carme Chacón, el líder del partido en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, o el propio Tomás Gómez son otros de los nombres que siempre aparecen en las quinielas.
