Los mandatarios del Partido Popular rehuyeron valorar las últimas revelaciones del extesorero del PP Luis Bárcenas

Discurso de hierro y frías formas en el reencuentro de Rajoy y Aznar

Aznar escucha a Rajoy durante su intervención en el campus de FAES. (Foto: JUAN CARLOS HIDALGO)
Hacía meses que no se les veía juntos en ningún acto público, y las declaraciones con las que José María Aznar ha venido dejando claro en los últimos meses que no está totalmente de acuerdo con la política que está aplicando Mariano Rajoy, había provocado una gran expectación ante su cita de ayer. Fue a los pies de la sierra madrileña de Guadarrama donde Rajoy y Aznar se han dejado fotografiar juntos no sólo en el acto que motivaba su encuentro (la clausura del campus de verano de la fundación FAES), sino en los prolegómenos del mismo, con un jardín de fondo y sentados en torno a una pequeña mesa.
La escenificación de este encuentro fue prácticamente calcada a la de otros años (aunque en anteriores ediciones el campus FAES se descarrolló en Navacerrada) y sirvió para colmar los deseos de los reporteros gráficos y para evitar que se evidenciaran comparaciones que podrían llevar a interpretaciones no deseadas.

Fue lo que ocurrió, por ejemplo, el pasado lunes, cuando Aznar renunció a pronunciar un discurso en la apertura del curso de verano de FAES y se limitó a presentar a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Ayer, saludo inicial, alguna palmada en la espalda, posado ante los informadores gráficos, referencias a cómo van a pasar sus vacaciones y agradecimiento a Rajoy por parte de Aznar.

Todo ello hizo que el encuentro entre ambos se haya desarrollado por los cauces de lo correcto. Las diferencias fueron a más a la hora de los discursos.

Aznar no se explayó en su intervención, pero sí aprovechó para dejar claro que confiaba en que algunas de las propuestas de FAES planteadas durante esa semana, entre ellas la reforma fiscal que aboga por una bajada de impuestos, sean tenidas en cuenta. Ahí tampoco hubo encontronazo, e, incluso, Rajoy mostró ante Aznar su absoluto convencimiento de que esa propuesta será tenida en cuenta por el comité de expertos nombrado por el Gobierno que preside que tiene de plazo hasta marzo para realizar una propuesta de reforma fiscal.


TOQUES DE ATENCIÓN

Los toques de atención por boca de Rajoy llegaron en otros momentos de su intervención en el campus conservador y sonaron a justificación de todo lo que está haciendo y a réplica por las críticas que fue lanzando Aznar, como las relativas al incumplimiento del programa de Partido Popular. El presidente del Gobierno consideró que no es justo hacer balances ahora sobre la política del Ejecutivo cuando aún quedan dos años y medio de legislatura y que nadie podrá decir que no está adoptando reformas de enorme calado.

Rajoy echó mano de la frase de Aznar durante su mandato, la de 'España va bien', para reconocer que aún no puede decir lo mismo ahora, pero sí que 'España va mejor', se está siguiendo el rumbo correcto y ya se ha dado la vuelta al 'reloj de arena' y se camina hacia la recuperación. Esa recuperación es el objetivo declarado de los dos, aunque en los últimos meses haya quedado patente que hay diferencias a la hora de recorrer el camino hacia esa meta.

Además, ayer también coincidieron en algo más: el silencio ante las últimas revelaciones en torno al extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas, actualmente en prisión, y que tantos dolores de cabeza está dando a la cúpula de la formación conservadora.

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