España adelanta el reloj y vuelve al horario de verano

En la madrugada del domingo, cuando sean las dos se sumará una hora 

A las dos de la madrugada, hora peninsular, este domingo 28 de marzo los relojes volverán a adelantarse sesenta minutos y España volverá así al horario oficial de verano, con la eterna polémica acerca de los beneficios reales de este ajuste, que se produce dos veces al año.

En España la hora de verano se adoptó por primera vez en 1918 por razones económicas y políticas, de acuerdo con un artículo publicado por el doctor en Física Pere Planesas en el Anuario del Observatorio Astronómico de Madrid, a raíz de la escasez de carbón provocada por la Primera Guerra Mundial y para armonizar el horario entre países.

En la primera mitad del siglo XX, la hora oficial "se aplicó de manera discontinua y con escasa consistencia en las fechas", primero a consecuencia de la guerra civil y, luego, de la Segunda Guerra Mundial, pero tras la crisis petrolífera de los años 70 el horario de verano fue reinstaurado en muchos países europeos (España lo hizo a partir de 1974).

Fijar una hora y mantenerla 

En los últimos años, diversos expertos en la materia defendieron la necesidad de fijar una hora y mantenerla todo el año ya que diferenciar entre horario de invierno y de verano "podría tener sentido hasta hace cuarenta o cincuenta años pero no tanto ahora" cuando, según explicaba Ricardo Irurzun, de Ecologistas en Acción, a raíz del último cambio horario, "no hay forma de comprobar si se ahorra o no energía" ya que no existen estimaciones "de forma bien estudiada" en los últimos años al respecto.

Lo que sí está comprobado es que la variación de horas de luz que recibe el cuerpo humano afecta a su organismo y "aunque nos adaptamos rápidamente a un cambio de este tipo", cuando se fuerza por razones ajenas a la biología "se produce una desregulación de los niveles hormonales" que implica entre otras cosas un descenso de la melatonina u "hormona del sueño", lo que afecta tanto al descanso como al rendimiento. Así lo confirmó el experto en investigación neurovascular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Ricardo Martínez, quien recordó que a las personas con trastornos psicóticos, "la primavera les sienta fatal, ya que su estado de ánimo empeora entre otras razones por tener más horas para pensar".

En esta situación, La Comisión Europea anunció en 2019 su intención de poner fin a los cambios de manera definitiva, de manera que cada país europeo eligiera qué horario prefería para todo el año. Pero la crisis sanitaria y los confinamientos alteraron el proceso de regulación que, a día de hoy, no parece que vaya a cambiar este año. 

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