La fiscal pide al TS confirmar 22 años de cárcel por intentar asesinar a ertzainas con 'cócteles molotov'

La fiscal del Tribunal Supremo ha solicitado este martes la confirmación de la condena a 22 años y seis meses de prisión que la Audiencia Nacional impuso a Asier Rodríguez López por intentar asesinar a dos miembros de la Ertzaintza en 2001 mediante el lanzamiento de 'cócteles molotov' dentro del vehículo que conducían.
Los magistrados tuvieron en cuenta para condenar al acusado la presencia de su ADN en unas prendas arrojadas en el tejadillo de una vivienda cercana al banco atacado. Los restos biológicos hallados en esta capucha fueron cotejados con los extraídos de un vaso de papel que Rodríguez López empleó para tomar una consumición y que fue recogido por la policía.

Durante la vista celebrada este martes para estudiar el recurso del condenado la representante del Ministerio Público ha dado por buenas las pruebas periciales presentadas sobre el perfil genético de Rodríguez, que además fueron corroboradas con otros indicios, y ha señalado que su condena 'se asienta en prueba suficiente' que además fue también 'suficientemetne razonada' por la Audiencia Nacional.

Por su parte, la defensa del condenado ha puesto en duda dichas pruebas, que se realizaron con muestras recogidas en una manga de camiseta que Asier Rodríguez utilizó como capucha y en un vaso en el que bebió y que en algunos momentos del sumario aparece como de plástico y en otros de papel.

El abogado defensor también ha cuestionado que la Audiencia Nacional diera validez a declaraciones de testigos ante la Policía que después no fueron ratificadas ante el juez.

La Audiencia Nacional consideró a Asier Rodríguez culpable de la comisión de dos delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa (10 años cada uno) y otro de daños con finalidad terrorista (dos años y seis meses). El Supremo dictará una sentencia tras analizar su recurso de casación de la que será ponente el magistrado José Manuel Maza.

Según los hechos probados por la Audiencia Nacional, en la madrugada del 5 de agosto de 2001, el acusado y otros muchos jóvenes, algunos de ellos ya condenados por estos hechos, inutilizaron el alumbrado público y lanzaron artefactos incendiarios contra una sucursal de BBK en Portugalete, con la intención 'pretendida' de que acudieran al lugar miembros de la Ertzaintza.

Cuando llegaron a la entidad los ertzainas Manuel Rodríguez y Cesar Garbachi, en un vehículo camuflado, fueron reconocidos por los alborotadores, quienes rodearon el vehículo por todos lados y colocaron otro coche en su parte posterior para impedir que retrocediese.

A continuación comenzaron a lanzar piedras y tornillería contra los cristales del vehículo, consiguiendo romperlos, y arrojaron en el interior del coche un elevado número de 'cócteles molotov'.

Los policías sufrieron graves quemaduras y consiguieron escapar sólo cuando fueron auxiliados por otros compañeros que efectuaron tiros al aire para intimidar a los jóvenes. Hubo daños en el banco atacado, en el vehículo de los ertzainas y en otros coches estacionados en la zona.

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