En el caso de que el menor falleciera tras un accidente, el conductor podría ser acusado de homicidio

La Fiscalía agrava la pena por no usar la 'sillita' en el coche

Una niña se abrocha el sistema de protección infantil. (Foto: ARCHIVO)
El fiscal de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, anunció ayer que la Fiscalía de Menores podrá suspender la tutela o adoptar medidas protectoras para un menor en caso de que los padres conductores sean sancionados al menos en tres ocasiones por no portar o no usar un sistema de protección infantil adecuado.
En una rueda de prensa en la que explicó las conclusiones de un estudio científico sobre las circunstancias de la muerte en accidente de tráfico de menores de 14 años, Vargas señaló que 'se darán instrucciones' a las autoridades de tráfico para que a la tercera sanción impuesta por no llevar los adecuados elementos de protección remitan un informe al fiscal delegado en Seguridad Vial. Tras valorar las circunstancias concurrentes e incoar diligencias por estas sanciones, la Fiscalía de Seguridad Vial enviará a la Fiscalía de Menores otro informe para que esta última valore si 'hay base o no para adoptar medidas protectoras' para el menor.

Además de esta iniciativa, Vargas avanzó también que pondrá en marcha un protocolo de actuación que investigue a fondo las causas de los accidentes de tráfico en los que resulte muerto un menor de 14 años. Dicho protocolo incluirá, una autopsia del menor fallecido con datos relativos a su peso y talla a fin de determinar si empleaba 'sillita' y si de hacerlo, concluir si era o no la adecuada, al tiempo que se evaluará en profundidad todo lo relativo al sistema de protección infantil.


HOMICIDIO IMPRUDENTE

En caso de que los resultados de dicho dictamen pericial determinen que el menor hubiera salvado la vida con un elemento de protección adecuado o simplemente por llevarlo, los conductores podrán ser imputados por un delito de homicidio imprudente o lesiones imprudentes. Vargas explicó que el delito llevará aparejado una pena de uno a cuatro años de prisión y la privación de conducir de hasta seis años, mientras que si el conductor es imputado por provocar lesiones imprudentes al menor se enfrentará a penas de 6 meses a 2 años y a no poder conducir de uno a cuatro años.

'La intervención penal es el último recurso y no se trata de criminalizar a los padres pero si de insistir en que son los primeros que están obligados a conocer los sistemas de seguridad infantil', dijo Vargas que animó a los ciudadanos a convertirse en 'voluntarios' que llamen la atención sobre aquellos conductores que viajan con niños de forma incorrecta.

Según el informe, que analiza las causas, circunstancias y modo de fallecimiento de los niños en accidente de tráfico entre 2008 y 2010, el 46 % de los menores de 14 años muertos no utilizaba ningún elemento de retención y del porcentaje que sí lo hacía, sólo el 18 % lo llevaba de forma correcta.

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