La gran potencia del atentado contra el blindado 'Lince' provocó la muerte instantánea de un sargento y una soldado

El Gobierno no acelerará la retirada de Afganistán pese a los dos muertos

Chacón y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el ourensano Julio Rodríguez, tras su comparecencia. (Foto: JUANJO MARTÍN)
Dos miembros del Ejército español, el sargento Manuel Argudin Perrino, natural de Gijón, y la soldado Niyireth Pineda Marín, de Colombia, perdieron ayer la vida en un atentado en Afganistán. Los militares murieron en el acto debido a la 'muy elevada' carga explosiva del artefacto escondido en la pista por la que circulaba el vehículo blindado 'Lince'. Así lo aseguró la ministra de Defensa, Carme Chacón, en la rueda de prensa ofrecida en la sede de su departamento para informar de los detalles del ataque.
El blindado en el que iban Argudin y Pineda, junto a otros tres soldados heridos, era el primero de un convoy de siete vehículos -cuatro 'Lince' y tres RG-31-, todos ellos con dispositivos de alta seguridad contra minas. El convoy partió a las 8,30 horas desde la base avanzada en Ludina hasta la base de Qala i Naw, donde está el grueso de las tropas en la provincia de Badghis, al oeste del país.

Chacón relató que la explosión tuvo lugar a las 9,45 horas cerca de la localidad de Acesca, a unos 20 kilómetros de Qala i Naw, cuando los blindados realizaban una patrulla de reconocimiento y presencia en la llamada Ruta Lithium, una de las carreteras neurálgicas de esa región afgana. La mina escondida por los insurgentes, conocida en el argot militar como artefacto explosivo improvisado, se activó al paso del primer vehículo.


'LA MISIÓN MÁS DURA'

Las primeras investigaciones apuntan a que la carga de explosivos fue 'muy elevada', con al menos 20 kilos, aunque podría ser, incluso, superior. Esta cantidad fue la que los talibanes emplearon en el atentado cometido el pasado día 18, la mayor utilizada hasta entonces, en el que resultaron heridos cinco militares, dos de ellos de gravedad. De hecho, es la primera vez en la que se producen muertos en un ataque contra un blindados Lince o RG-31 pese a que ya habían producido con anterioridad.

Pese a estas dos nuevas víctimas, Chacón aseguró que el plan de retirada de las tropas españolas en Afganistán, anunciado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el pasado viernes, no se acelerará. La ministra reconocido que la misión de la OTAN en el país árabe se encuentra en su 'etapa más dura y arriesgada', pero manifestó que los militares españoles 'cumplirán con sus cometidos durante los tres últimos años de misión con el mismo valor, con la misma profesionalidad y con la misma entrega que han demostrado en los pasados nueve años'.

'Los atentados y la violencia registrados esta semana en todo Afganistán nos recuerdan que no por estar en la etapa final de la misión, ésta va a ser menos dura ni menos arriesgada. Las medidas de seguridad se extreman constantemente, y en particular desde el 1 de mayo cada año porque somos conscientes de que esta es la época más dura y más arriesgada para todas las tropas de la misión', añadió. De hecho, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) informó de que ayer fallecieron un total de cinco de sus miembros, incluidos los dos españoles, como consecuencia de ataques terroristas. 'La misión ISAF es la más dura, compleja y arriesgada de cuantas acometieron las Fuerzas Armadas', añadió.

Te puede interesar