Elena Mantilla se había trasladado de Vigo a Madrid temporalmente. El tiempo necesario para estudiar Administración y Dirección de Empresas en ICADE. Pero han pasado 20 años y sigue en Madrid. Primero porque continuó formándose y posteriormente porque fue encandenando distintas oportunidades laborales. Desde la consultora KPMG, a Mercedes Benz, pasando por la SEPES para llegar en 2019 a la Consejería de Sanidad. Pese a todo mantiene sus raíces en Galicia donde viven su madre y sus hermanos.
La pandemia puso a nuestro sistema nacional de salud contra las cuerdas. ¿Realmente era tan buena nuestra sanidad como creíamos?
Creo firmemente que la sanidad es tan buena como nosotros pensábamos, pero está claro que con una pandemia a nivel mundial estuvimos contra las cuerdas. Vimos áreas en las que se podían introducir mejoras, pero nadie estaba preparado para tener un aluvión de enfermos como el hubo que gestionar. Aunque un año después estamos viendo que las cosas están yendo por el buen camino.
Cuatro meses después de tomar posesión de su cargo en la Consejería de Sanidad surgió la pandemia. ¿Cómo vivió ese momento?
En el mes de marzo tuvimos datos del primer caso positivo y desde ese momento vivimos unas jornadas maratonianas en la Consejería. Muchos días llegué a pensar que no llegaba, porque el trabajo nunca se terminaba. Fueron momentos de mucho estrés y de toma de decisiones al límite porque estábamos hablando de vidas humanas. Fueron decisiones excepcionales en un momento excepcional. Madrid en la primera ola se vio muy afectada por el covid, pero gracias a todo el equipo de la Dirección General, que somos 433 personas, pudimos tomar decisiones que ayudaron a salvar muchas vidas.
¿Qué decisiones fueron las primeras que tomaron?
La primera decisión que tomé fue la suspensión del visado de recetas de medicamentos. Nunca se había hecho en nuestro país, pero eso permitió que los enfermos crónicos no tuvieran que desplazarse a los centros de salud, evitando así nuevos contagios. La segunda fue la entrega de medicamentos a domicilio. La Ley de Farmacia no lo permitía, pero gracias a mi equipo encontramos la forma de elaborar una orden que contemplara este excepcionalidad.
Las normas impuestas desde el Gobierno a las CCAA han sido motivo de tensión. ¿Cómo cree que ha sido la gestión del Gobierno?
Desde mi punto de vista el Gobierno de Sánchez ha tomado medidas incomprensibles, pero en lo que se refiere a la Comunidad de Madrid han sido nefastas. Todas las propuestas de mejora que hemos planteado han sido rechazadas. Por ejemplo la realización de tests de antígenos en las oficinas de farmacia o el pasaporte Covid que planteó la presidenta Ayuso y que rechazaron de plano y ahora lo están poniendo en marcha.
En Europa se pueden comprar tests en los supermercados y en España está prohibido. ¿Por qué esta diferencia de criterios?
Eso hay que preguntárselo al presidente del Gobierno. En Madrid hemos elaborado un protocolo para implantarlo con todas las garantías. Habíamos llegado a un compromiso con el Colegio Farmacéutico de Madrid para poder hacer tests en las oficinas de farmacia, pero no nos han dejado.
La apertura de la hostelería, el comercio o los espacios culturales han sido fuente de enfrentamientos con el Gobierno. ¿Quién tenía razón?
Sin lugar a dudas la Comunidad de Madrid. La incidencia acumulada a siete días en Madrid está alrededor de 100. Aunque lo que sí me parece importante destacar es que Madrid se tiene que comparar con otras capitales europeas, no con otras regiones españolas. Madrid tiene unas características y casuísticas poblacionales y socioeconómicas determinadas. Otras capitales europeas, con todo cerrado, tienen una incidencia acumulada mucho mayor que la de Madrid con todo abierto. Está claro que acertamos con medidas como los cierres perimetrales por zonas básicas de salud. Y no sólo lo decimos nosotros, sino que desde la prensa europea se nos ha dado la enhorabuena por las medidas.
Estamos viendo diferentes velocidades de vacunación. Galicia es una Comunidad donde se vacuna más rápido y Madrid está en la parte baja de la tabla. ¿Qué influye en este ritmo?
En Madrid, con fecha del miércoles 26 de mayo, hemos puesto 3.329.000 vacunas. Hemos habilitado espacios como el Wanda Metropolitano o el WiZink Center para ser más efectivos y se está vacunando muy rápido. Pero creo que Madrid, por lo que decía anteriormente, no se puede comparar con otra región española.
¿Estamos a punto de conseguir la inmunidad de rebaño?
Eso algo así como es como jugar a la lotería. Yo no me atrevo a decirlo, pero estamos cerca de conseguirlo.
¿Nos tendremos que seguir vacunando en los próximos años?
Con este virus no me quiero adentrar en un mundo de especulaciones. Estamos aprendiendo todavía cómo se comporta el virus. No me atrevo a aventurar una respuesta.
Las vacunas españolas del CSIC llegarán probablemente para 2022. ¿Es demasiado tarde?
Me gustaría que fuera antes, pero nuestros investigadores llevan sus plazos y su ritmo. Creo que la inversión en I+D+i es insuficiente y el gobierno de España tendría que apostar mucho más.
A los pacientes con una dosis de AstraZeneca se les está pidiendo que elijan una vacuna para la segunda dosis. ¿Es normal esto?
A mí me gustaría que el gobierno de España tuviera -y ya no digo un criterio uniforme- sino simplemente un criterio. Las Comunidades Autónomas dentro de nuestros recursos debemos facilitar todo tipo de vacunas a la población. En este sentido la combinación de distintas vacunas según han confirmado los expertos es segura y eficaz.
En el mes de junio conoceremos el nuevo gobierno de Díaz Ayuso. ¿Cuenta con el respaldo de la presidenta para lo que resta de legislatura?
Eso hay que preguntárselo a ella. Yo me he dejado la piel en este período y puedo decir que he vivido los peores momentos de mi vida durante estos últimos meses. Estar al frente de la pandemia ha tenido un coste personal y profesional muy alto, no sólo para mí, sino para todos los que hemos tenido responsabilidades en esta etapa. Ha sido agotador, no hemos descansado ni un solo día. Pero dicho esto también estoy muy agradecida a Isabel Díaz Ayuso porque haya confiado en mí y me haya dejado tomar medidas que han ayudado y están ayudando a tantas personas.
