La Guardia Civil ha desarticulado un grupo organizado dedicado al narcotráfico con la detención en varias provincias de trece personas, en su mayoría de origen sudamericano, en el marco de la denominada 'Operación Alvagar'.
Según ha informado el Ministerio del Interior, los agentes se incautaron de casi diez kilos de cocaína de alta pureza que, en el mercado negro, podrían haber alcanzado las 400.000 dosis.
El grupo operaba básicamente en Madrid y Cataluña, contaba con una gran movilidad por todo el territorio español y utilizaba como centro de operaciones una vivienda aislada y cercada en Toledo, además de disponer de infraestructura importante en Navarra.
El jefe de la organización desarticulada, según estas mismas fuentes, está acusado además de conspiración para el asesinato pues planeaba llevar a cabo varios ajustes de cuentas mediante sicarios.
Gracias a la colaboración de la Policía Nacional de Ecuador, la Institución Armada descubrió que el líder de la banda residía en España bajo una identidad falsa y que tenía numerosos antecedentes en su país por atracos, tenencia ilícita de armas y cuatro asesinatos -tres de ellos en grado de tentativa-.
A través de la contratación de sicarios planeaba la muerte de tres personas de la misma familia, uno de ellos su anterior socio.
La 'Operación Alvagar' se inició en septiembre del pasado año por el Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga en la Comunidad Foral de Navarra y, posteriormente, se amplió a otros puntos como Madrid, Barcelona y Toledo.
Los agentes resaltan el 'entramado, la compartimentación y complejidad' de las operaciones que realizaba esta organización delictiva.
Los narcotraficantes, en su mayoría de origen sudamericano, introducían vía aérea cocaína en maletas artesanalmente preparadas para este fin, mediante un sistema de ocultación y transporte.
El grupo operaba básicamente en Madrid y Cataluña, contaba con una gran movilidad por todo el territorio español y utilizaba como centro de operaciones una vivienda aislada y cercada en Toledo, además de disponer de infraestructura importante en Navarra.
El jefe de la organización desarticulada, según estas mismas fuentes, está acusado además de conspiración para el asesinato pues planeaba llevar a cabo varios ajustes de cuentas mediante sicarios.
Gracias a la colaboración de la Policía Nacional de Ecuador, la Institución Armada descubrió que el líder de la banda residía en España bajo una identidad falsa y que tenía numerosos antecedentes en su país por atracos, tenencia ilícita de armas y cuatro asesinatos -tres de ellos en grado de tentativa-.
A través de la contratación de sicarios planeaba la muerte de tres personas de la misma familia, uno de ellos su anterior socio.
La 'Operación Alvagar' se inició en septiembre del pasado año por el Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga en la Comunidad Foral de Navarra y, posteriormente, se amplió a otros puntos como Madrid, Barcelona y Toledo.
Los agentes resaltan el 'entramado, la compartimentación y complejidad' de las operaciones que realizaba esta organización delictiva.
Los narcotraficantes, en su mayoría de origen sudamericano, introducían vía aérea cocaína en maletas artesanalmente preparadas para este fin, mediante un sistema de ocultación y transporte.
