El exdirector general de Trabajo afirmó ante la juez que no es 'un cocainómano ni un alcohólico'

Guerrero dice que el Gobierno andaluz sabía cómo actuaba

El exdirector general de Trabajo de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero. (Foto: JOSÉ MANUEL VIDAL)
El que fuera director general de Trabajo y Seguridad Social de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Guerrero, se refirió ayer a las declaraciones de su exchófer, Juan Francisco Trujillo, quien dijo que parte de los 900.000 euros que recibió en subvenciones otorgadas por la Junta los destinó a comprar cocaína 'para su jefe y para él', y achacó estas afirmaciones a una 'vendetta personal', negando que sea un alcohólico ni un cocainómano. Guerrero señaló que trató siempre a su exchófer 'como a un hijo' y atribuyó estas declaraciones a una 'revancha personal', ya que fue el propio Guerrero quien propuso al consejero de
Guerrero señaló que trató siempre a su exchófer 'como a un hijo' y atribuyó estas declaraciones a una 'revancha personal', ya que fue el propio Guerrero quien propuso al consejero de Empleo que lo despidiera 'por incumplimientos laborales'.

Francisco Javier Guerrero negó que sea un alcohólico ni un cocainómano -'nunca compré cocaína'-, pues 'sólo me gusta el Marlboro y el gin-tonic de Beefeater', añadió que 'se suele tomar un gin-tonic al día de postre y algún día otro por la tarde'. Además, afirmó que, tras salir de trabajar o de reuniones con organizaciones sindicales, ambos se iban a un bar 'a tomar una copa' y su exchófer 'se tomaba un refresco o una coca-cola', a lo que algunas veces invitaba el propio Guerrero.


CHAVES, MORENO Y VIERA

Durante la tercera jornada de declaración ante la juez de Instrucción número 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, que investiga una presunta trama de prejubilaciones ilegales descubierta en numerosos expedientes de regulación de empleo (ERE) financiados con cargo a la partida presupuestaria 31L, la magistrada le pidió que 'pusiera nombres y apellidos' a las personas que, según dijo éste jueves, 'están intentando salvar su honorabilidad atacándole a él', y Guerrero citó a Chaves, 'que dice que no me conoce de nada', a Moreno, que 'me pone a caer de un burro cada vez que puede', y a Viera, que 'va diciendo por ahí que soy un indeseable'.

Todo ello 'me escandaliza, porque no entiendo cómo pueden decir que durante los tres gobiernos del PSOE en los que yo trabajé no sabían cómo se trabajaba en la Consejería de Empleo y en la Dirección General de Trabajo', dijo el imputado, quien también consideró 'totalmente desafortunada la intervención' del presidente de la Diputación Provincial de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, cuando 'me llamó cocainómano, putero y alcohólico', por lo que confió en que 'rectifique' sus palabras. La magistrada también pidió a Guerrero si quería 'añadir algo más' sobre la pregunta que le hizo ayer referente a 'por qué regaló dinero del erario público', y el imputado lamentó que, 'durante todo este tiempo, y mientras a los imputados de la Junta se les otorgó la presunción de inocencia, a mí se me otorgó la presunción de culpabilidad', y que 'su queja viene, máxime, cuando se está abordando por la Junta el pago de los abogados de algunos de los imputados, y a Rivas y a mí no', cuando están aquí 'por su cargo'.

La juez Alaya concluyó su interrogatorio, le advirtió de que 'tendrá que venir más veces' a medida que sea necesario y la Guardia Civil le entregue nuevos atestados.

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