El ex director general de Trabajo de la Junta Francisco Javier Guerrero, encarcelado el sábado por los ERE fraudulentos, dijo en su declaración ante la juez que se siente una 'presa fácil' y que creía que los 'intrusos' que autorizó, entre ellos su suegra, tenían derecho a recibir las ayudas.
Guerrero declaró que 'aunque ha sido afiliado al PSOE, es una persona normal, que nunca ha pertenecido al aparato del partido' y por eso cuando se descubrió la 'discrecionalidad que ha tenido la Junta para conceder las ayudas', en un sistema que a él 'le impusieron', se convirtió en una 'presa fácil para que otras personas salven su honorabilidad'.
También negó Guerrero haber actuado en secreto pues 'informaba de todas las ayudas, directas y sociolaborales' al Consejo de Dirección de la Consejería de Trabajo.
También negó Guerrero haber actuado en secreto pues 'informaba de todas las ayudas, directas y sociolaborales' al Consejo de Dirección de la Consejería de Trabajo.