La nueva Ley de Transparencia recoge las infracciones contra la estabilidad presupuestaria

Hacienda endurece el sistema de sanciones a los altos cargos

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, durante la rueda de prensa. (Foto: JAVIER LIZÓN)
El Ministerio de Hacienda podrá sancionar a los altos cargos de cualquier administración pública que vulneren la Ley de Estabilidad Presupuestaria, según se recoge en el anteproyecto de ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno que ayer aprobó el Consejo de Ministros.
En el caso de que los incumplidores sean miembros del Gobierno, el Consejo de Ministros será el encargado de imponer la sanción. Así lo explicó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien subrayó que entre las sanciones que figuran en la Ley está la relativa a la pérdida de la condición de alto cargo. 'La inhabilitación, como es una pena, lo hará un órgano jurisdiccional', aclaró.

La Ley consagra un régimen sancionador estructurado en tres ámbitos: infracciones en materia de conflicto de intereses, en materia de gestión económico-presupuestaria y en el ámbito disciplinario. Además, se incorporan infracciones derivadas del incumplimiento de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, según figura en el texto dado a conocer por el Ejecutivo.

La comisión de estas infracciones tendrá como consecuencia sanciones como la destitución en los cargos públicos, la no percepción de pensiones indemnizatorias, la obligación de restituir las cantidades indebidamente percibidas y la obligación de indemnizar a la Hacienda Pública. Además, se establece la previsión de que los autores de infracciones graves y muy graves podrán ser inhabilitados por un periodo de entre cinco y diez años.


LA CASA REAL, AL MARGEN

Tras recordar que la norma se sometió durante 15 días a un proceso de consulta pública -que recibió alrededor de 3.700 aportaciones de particulares y organizaciones-, la vicepresidenta señaló que el Gobierno 'aceptó' la sugerencia de 'muchos ciudadanos' para que se someta a la futura norma a los colegidos profesionales como corporaciones de derecho público. También se incluirá a los adjudicatarios de contratos públicos que llevan a cabo la gestión de responsabilidades administrativas.

Sin embargo, Sáenz de Santamaría admitió que, pese a las solicitudes de algunos ciudadanos y colectivos, la Casa del Rey queda fuera del margen de aplicación de la Ley de Transparencia por no ser una administración pública. Según destacó, la normativa internacional prevé que las monarquías 'no estén sujetas a este régimen'.

Entre las novedades hay un impulso de la adopción de mecanismos que garanticen la accesibilidad, calidad y reutilización de la información publicada; se amplía la información económico-presupuestaria que debe hacerse pública, entre la que tendrá que incluirse lo relativo a los contratos; y se establece la obligatoriedad de hacer públicos los informes de auditoría y fiscalización, así como más datos sobre los contratos, entre los que deberán incluirse los contratos menores.

La portavoz del Ejecutivo señaló que decidieron mantener en la norma el silencio negativo, desestimando la solicitud de que convertirlo en silencio positivo, por considerar que hay materias que son 'sensibles' como la seguridad ciudadana, la defensa nacional o que pueden afectar a personas vinculadas a procedimientos administrativos. 'Actuar de otra manera supondría perjuicios a intereses públicos o de terceros que hay que preservar', enfatizó.

Te puede interesar