ACCIDENTE

Seis heridos graves tras chocar un autobús español en Francia

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photo_camera Autobús empotrado en el túnel del Grand Boulevard de la periferia de Lille, en la salida de Romarin, a la altura del municipio de La Madeleine

Un vehículo llevara 59 pasajeros y perdió todo el techo al impactar contra un túnel demasiado bajo

Un autobús con 59 pasajeros, la mayoría universitarios, que viajaba de Bilbao a Amsterdam sufrió en la madrugada de ayer un accidente a las afueras de Lille (norte de Francia), dejando un balance provisional de seis personas en estado grave y otras quince con heridas leves. Los médicos precisaron que uno de los heridos graves se encuentra en estado crítico, como resultado del accidente que se produjo a las 05,29 horas en la noche del sábado al domingo. Entre los heridos leves hay personas con fracturas de nariz, de clavícula, luxaciones de espalda, hematomas y otras heridas.

Tras el accidente, fueron ingresadas en el centro hospitalario de Lille 34 personas, de las que 13 ya fueron dadas de alta, mientras el resto de viajeros fueron atendidos en un polideportivo local por un equipo multidisciplinar de apoyo psicológico para evitar que desarrollen estrés postraumático. "Han llamado a las familias, se les ha dado de comer y de beber, algunos están jugando al fútbol para distraerse. Su prioridad es hablar con la familia, tener noticias de sus compañeros y volver a España", señalaron efectivos del dispositivo médico.



53 estudiantes vascos

El autobús, en el que viajaban 53 estudiantes, dos conductores y cuatro acompañantes y que operaba la bilbaína agencia Viajes Livingston, se empotró a la entrada de un túnel del Grand Boulevard de la periferia de Lille, a la altura del municipio de La Madeleine. El vehículo, de una planta, quedó "decapitado" e incrustado en mitad un túnel demasiado bajo, de solo 2,60 metros de altura en un golpe "extremadamente violento" que provocó una escena de "caos apocalíptica", explicó el psiquiatra que dirige la célula de atención médico-psicológica, François Ducrocq.

"Podría haber sido muchísimo más grave. Les ha salvado que estaban dormidos, reclinados, y que su cabeza no sobresalía de los asientos", añadió el doctor, que no pudo detallar la fecha de regreso de los pasajeros.

El chófer, que no dio positivo en el control de alcoholemia, lo mismo que el conductor suplente, fue interrogado por la Policía para intentar esclarecer las circunstancias del siniestro. El hombre, nacido en 1956, aseguró durante su interrogatorio ante la Fiscalía de Lille, que ha abierto una investigación por "heridas involuntarias", haber confiado en la dirección marcada por el sistema de GPS del vehículo.

El servicio diplomático español informó del envío de una delegación consular de urgencia desde París "para atender a víctimas, familiares y autoridades".

Por su parte, el presidente del consejo departamental de Lille, Jean-René Lecerf, indicó que la zona donde se produjo el siniestro cumplía con la normativa pero carecía de medidas de seguridad suficientes. El representante local señaló que todos los avisos exigidos por el código vial estaban presentes, pero que faltaba un dispositivo adicional y no obligatorio, una especie de pórtico con láminas metálicas colocado 150 metros antes del túnel, que impacta contra el vehículo que supera la altura máxima y le alerta para frenarlo. Se trata de una zona, añadió, en cuyos "minitúneles" ya se habían registrado accidentes similares, como el de una camioneta el pasado junio, cuyo conductor no vio los paneles que indican la altura máxima permitida en el paso.

El vehículo transportaba estudiantes procedentes de Bilbao, San Sebastián y Vitoria y se dirigía a Holandan

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