Recupera el derecho a decidir y augura que PSE y PP declararán 'inconstitucional' la parte del Estatuto 'que no les gusta'

Ibarretxe defiende su legitimidad para ser lehendakari y acusa a PSE y PP de ser la 'cruzada para destruir'

Juan José Ibarretxe, durante su intervención. (Foto: David Aguilar)
El candidato a lehendakari del PNV, Juan José Ibarretxe, defendió su 'legitimidad social' para ser reelegido presidente del Gobierno vasco al haber sido el más votado en las pasadas elecciones autonómicas, y acusó al PSE-EE y al PP de ser 'la cruzada para destruir'. En su discurso, recuperó el derecho a decidir de los vascos, que es 'un mojón que está ahí', y pronosticó que socialistas y populares declararán 'inconstitucional' la parte del Estatuto 'que no les gusta', tras transferir 'un par' de competencias.
Durante su intervención en el pleno de investidura del lehendakari, celebrado en el Parlamento vasco, Ibarretxe aseguró que 'la legitimidad social del resultado en las urnas' del pasado 1 de marzo 'avala' su candidatura y aseguró que su partido seguirá 'liderando políticamente el país, desde el Gobierno o desde la oposición'.

Tras recordar que, en los comicios, el PNV logró 80.000 votos más al PSE-EE, sobrepasándole en cinco escaños, denunció 'la perversa utilización de instrumentos legales diseñados y construidos expresamente para alcanzar el poder en Euskadi, como la Ley de partidos', usada 'a modo de tijera legal'.

A su juicio, la alternativa que proponían el popular Jaime mayor Oreja y el socialista Nicolás Redondo Terreros en 2001 'se ha perfeccionado' para, mediante 'el engaño a los electores', desalojar al nacionalismo de Ajuria Enea.

Tras recordar que la sociedad vasca 'ha dado la espalda' al PSE-EE y al PP para 'depositar mayoritariamente su confianza en el PNV con una amplia diferencia', subrayó que, pese a ello, 'están a punto de conseguir su objetivo' y saben 'que no pueden esperar más' porque es 'ahora o nunca'.

En este sentido, reprochó 'la interpretación de la transversalidad' que hace el PSE y que se plasma en 'una alianza para desalojar al nacionalismo de la única Comunidad que, hasta el momento, había resistido a ser absorbida en el marco constitucional diseñado e interpretado a su antojo por los dos partidos españoles', y que 'libran una batalla encarnizada por el poder en el Gobierno español con acusaciones mutuas de ineficacia y corrupción'.

Ibarretxe afirmó que, sin embargo, en Euskadi han formado 'el frente del Norte' y están 'juntos como una piña, con el objetivo estratégico-transversal de repartirse el poder'. '¿Cómo calificaríamos un Gobierno que se constituye de espaldas a la mayoría social de este país?', preguntó.

'CRUZADA DE DESTRUCCION'

El candidato del PNV denunció 'la visualización del 'cambio hacia atrás'' y el 'triunfo de las tesis más reaccionarias del giro españolista que lidera el PP' que, en su opinión, supone el acuerdo entre socialistas y populares. 'No es un acuerdo para construir, sino una cruzada para destruir', aseguró.

En este sentido, advirtió de que 'es fácil sumar votos para destruir, pero más complicado desarrollar una política unitaria para construir, sobre todo, cuando la política vasca y las decisiones futuras van a estar condicionadas y supeditadas a la estrategia de las ejecutivas del PP y del Partido Socialista en Madrid'. 'La política española va a marcar el devenir de la política vasca en el futuro inmediato', afirmó.

Por ello, no dudó en afirmar que 'la alternativa de Gobierno que representa el PP-PSOE es frentista, débil e instable'. 'Más allá de 'una noche de bodas' -en alusión a una expresión de Antonio Basagoiti-, al día siguiente, se pondrán de manifiesto los problemas diarios de una pareja de conveniencia con profundas desavenencias políticas e intereses divergentes', aseveró.

A su juicio, 'este acuerdo del PP y PSOE, hecho de espaldas a la mayoría de la sociedad, viene a configurar 'un acuerdo de Estado''. 'Estamos ante un objetivo superior a preservar: 'el interés general de España', en palabras del señor Rodríguez Zapatero, y, por lo tanto, ante un intento serio de anulación de nuestra propia identidad nacional', apuntó.

En este sentido, defendió la compatibilidad de 'la identidad como pueblo' con el crecimiento económico y con el bienestar social, y recordó que populares y socialistas conformaron 'el frente del no' ante iniciativas como su Plan o la Ley de Consulta. 'Pero los 'mojones democráticos' están ahí. Tarde o temprano, si queremos arreglar las cosas, habremos de retomarlos, y estoy convencido de que serán éstos u otros muy parecidos', añadió.

Tras subrayar que 'la ciudadanía vasca ha depositado, de nuevo, su confianza mayoritaria en el proyecto del PNV para seguir avanzando y liderando este país', abogó por profundizar en el autogobierno y el derecho a decidir.

Juan José Ibarretxe apostó por 'desarrollar una identidad vasca' mediante la política 'que garantice su pervivencia', y construida sobre tres pilares: el euskera, la educación y la cultura. En cuanto la lengua vasca, recordó que el proyecto nacionalista 'es claramente divergente del modelo revanchista y contrario al euskera de la alianza del PP y el PSE-EE'.

Ibarretxe emplazó a defender 'el derecho del pueblo vasco a decidir su futuro libre y democráticamente, sin imposiciones, desde una bilateralidad singular y efectiva en la relación con el Estado español'.

El lehendakari saliente explicó que 'el actual marco de autogobierno se encuentra en una encrucijada y reclamó el 'cumplimiento íntegro' del Estatuto de Gernika que, en su opinión, supone 'la transferencia de las 36 competencias pendientes'.

En esta línea, consideró que PSE-EE y PP realizarán 'un apaño' y traerán 'mercancía averiada, con los criterios decididos por el Gobierno español, aunque sean contrarios a la letra y al espíritu del Estatuto'.

'LA INCONSTITUCIONALIDAD' DEL ESTATUTO

En esta línea, expresó su temor de que 'el verdadero objetivo' del PSE-EE y PP sea 'certificar, con un par de transferencias mal negociadas, el cierre definitivo del Estatuto, declarando inconstitucional la parte del Estatuto aprobada en 1979 que a ellos no les gusta, porque, en su opinión, ha quedado fuera del marco constitucional'.

Ibarretxe consideró que, de esta forma, pretenden 'acabar con la singularidad del autogobierno vasco y convertir a Euskadi en una autonomía de régimen común más, en España'.

Además, aseguró que, si se desea 'avanzar en la resolución del conflicto vasco, al margen de la violencia', habrá que 'afrontar, de nuevo, un tema pendiente: ¿cuál es el nuevo modelo de relación con el Estado que desean la mayoría de los vascos?'.

'Porque no nos engañemos, el verdadero problema de normalización política no estriba únicamente en un compendio de transferencias. El problema, en términos políticos y democráticos, es la falta de reconocimiento del pueblo vasco como un sujeto político con identidad propia y con capacidad para decidir libre y democráticamente su propio futuro', añadió.

Por ello, reiteró 'la necesidad' de impulsar un proceso de diálogo y negociación con todas las formaciones políticas sin exclusiones para alcanzar un acuerdo democrático con el Estado.

A su entender, 'la dependencia y la sumisión generan empobrecimiento económico y absorción cultural'. 'Es la libertad y la capacidad para tomar nuestras propias decisiones el elemento fundamental que garantiza el bienestar de las personas y de los pueblos', enfatizó.

Juan José Ibarretxe se planteó el logro de la paz y el fin de la violencia de ETA, y aseguró que su partido está dispuesto a realizar todo su esfuerzo 'para sacar adelante a este país', pero precisó que, 'con la misma rotundidad', les tendrán 'enfrente' quienes pretendan destruir el camino recorrido, quien pretenda anular nuestras señas de identidad como pueblo y quien intente subordinar los intereses de Euskadi a los de España'.

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