El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el vilalbés Antonio María Rouco Varela, se mostró ayer preocupado porque la 'unidad de la nación española' 'pudiera llegar a romperse' y ha reclamado a los políticos que respeten las normas básicas de convivencia, 'como es la Constitución'.
Durante la conferencia inaugural de la CII Asamblea Plenaria de la CEE, Rouco Varela también expresó su intranquilidad porque las 'heridas' causadas por el terrorismo a tantas víctimas y a la sociedad 'no se curen en su raíz por el camino del perdón y de la misericordia buscada, aceptada y concedida de corazón'. Con estas palabras Rouco Varela se refería, sin citarlo expresamente, al debate soberanista catalán y a las consecuencias de la reciente sentencia dictada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) con la que ha puesto fin a la aplicación de la 'doctrina Parot'.
Así, el presidente de la CEE destacó los 'muchos siglos de historia común' que comparten los ciudadanos españoles, y aseguró que 'criterios morales y pastorales, de justicia y caridad' -que ha calificado de 'prepolíticos'- están hoy plenamente vigentes y 'deben regir' la vida de la comunidad política. Y ello, añadía, 'en orden a la promoción del bien común' ya que considera la 'unidad de la nación española' como parte principal del bien común de la sociedad, que ha de ser tratada con 'responsabilidad moral'.
CONCORDATO
También subrayó que en España las relaciones entre Iglesia y Estado están 'suficientemente bien reguladas' por los acuerdos firmados en 1979 entre la Santa Sede y el Estado, que, a su juicio, 'reflejan fielmente' tanto los principios del Concilio Vaticano II como los de la Constitución Española.
El cardenal-arzobispo de Madrid no olvidó la crisis que sufre España y señaló que 'es necesario reducir sustancialmente el paro' para lo que hay qye realizar un 'esfuerzo continuado y generoso', y valoró la ayuda que presta Cáritas porque sin ella 'la situación de muchos sería insostenible'.
Así, el presidente de la CEE destacó los 'muchos siglos de historia común' que comparten los ciudadanos españoles, y aseguró que 'criterios morales y pastorales, de justicia y caridad' -que ha calificado de 'prepolíticos'- están hoy plenamente vigentes y 'deben regir' la vida de la comunidad política. Y ello, añadía, 'en orden a la promoción del bien común' ya que considera la 'unidad de la nación española' como parte principal del bien común de la sociedad, que ha de ser tratada con 'responsabilidad moral'.
CONCORDATO
También subrayó que en España las relaciones entre Iglesia y Estado están 'suficientemente bien reguladas' por los acuerdos firmados en 1979 entre la Santa Sede y el Estado, que, a su juicio, 'reflejan fielmente' tanto los principios del Concilio Vaticano II como los de la Constitución Española.
El cardenal-arzobispo de Madrid no olvidó la crisis que sufre España y señaló que 'es necesario reducir sustancialmente el paro' para lo que hay qye realizar un 'esfuerzo continuado y generoso', y valoró la ayuda que presta Cáritas porque sin ella 'la situación de muchos sería insostenible'.
