Los padres de la niña de 13 años hallada muerta en Arriate (Málaga) prestaron declaración ante la Guardia Civil, según informaron ayer los propios progenitores, que señalaron que les preguntaron 'cosas íntimas y cosas suyas de la niña'. La Guardia Civil les había dicho que se trasladaran a Arriate después del funeral celebrado el domingo en Paterna de Rivera (Cádiz), ya que todavía no habían declarado. Carmen y José explicaron que la Guardia Civil les realizó pruebas de ADN y tomaron huellas, y que los agentes no les dijeron nada de momento, sólo que 'estarán en contacto'.
Los padres volvieron a pedir justicia y que todo se aclare e hicieron especial hincapié en que no quieren saber las cosas 'poco a poco', sino que cuando detengan al asesino de su hija que se lo digan. Insistieron en que su hija era una niña 'muy abierta y buena' y que hablaba con todo el mundo, y reconocieron que hay miedo en el pueblo.
La madre indicó que la última vez que vio a María Esther fue el miércoles por la mañana cuando se fue a trabajar y que a las once de la noche la echó en falta y decidió ir a buscarla porque 'tenía un presentimiento'. Añadió que le dijeron que la vieron a las 21,00 horas del miércoles por la pizzería del pueblo y que es lo último que sabe de ella.
La madre indicó que la última vez que vio a María Esther fue el miércoles por la mañana cuando se fue a trabajar y que a las once de la noche la echó en falta y decidió ir a buscarla porque 'tenía un presentimiento'. Añadió que le dijeron que la vieron a las 21,00 horas del miércoles por la pizzería del pueblo y que es lo último que sabe de ella.
