Un jurado popular absolvió ayer al yerno de la familia de joyeros Tous Lluís Corominas por considerar que en diciembre de 2006 mató a un ladrón en legítima defensa y atenazado por un miedo que le hizo perder la percepción de la realidad. En su veredicto, el tribunal declaró no culpable a Corominas por seis votos a tres -el mínimo para una condena son siete-, y uno de los miembros se negó a firmar el acta, aunque ese hecho es meramente simbólico y no tiene ninguna consecuencia legal.
Para los miembros del tribunal, Corominas -que se enfrentaba a siete años y medio de presión- no fue consciente de los riesgos que su acción comportaba al no disponer de tiempo real para evaluarla, y actuó 'condicionado' por las conversaciones con el vigilante del chalé, que le alertaba de que los asaltantes podían ir armados y de que temía que quisieran perpetrar un secuestro o una extorsión.