El alcalde de la localidad navarra de Leitza, Oier Eizmendi Astibia, de la coalición Bildu, ha quedado en libertad sin medidas cautelares tras declarar como presunto autor de un delito de enaltecimiento del terrorismo, en el que continúa imputado por ser 'responsable', a juicio de la Fiscalía, del 'montaje por los presos' que se llevó a cabo el pasado 10 de agosto durante el chupinazo que dio inicio a las últimas fiestas patronales, informaron fuentes jurídicas.
El regidor, que ha comparecido ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz acompañado por la cúpula de Bildu en Navarra, ha asegurado que el programa de fiestas en el que se incluía un brindis por los presos de ETA fue presupuestado por la anterior Corporación, presidida por el alcalde de la ilegalizada Acción Nacionalista Vasca (ANV), Javier Zabalo, y que la nueva únicamente se limitó a dar su visto bueno.
Según su versión, el folleto de las fiestas patronales, que incluía además un artículo de apoyo a los presos etarras, fue elaborado por una Comisión de Festejos en la que están representadas las asociaciones del municipio, aunque no ha conseguido recordar el nombre de ninguno de sus miembros y se ha limitado a decir que forman parte de ellas dantzaris o futbolistas.
Al inicio de las fiestas de San Tiburcio, cinco encapuchados salieron al balcón del Ayuntamiento para exhibir dos pancartas en las que aparecían las fotografías de seis presos etarras y se reclamaba su traslado a cárceles próximas al País Vasco. Otras dos personas que ocultaban su rostro colgaron también una pancarta con un mapa de Euskal Herria. Además, se celebró una manifestación con el lema 'Euskal preso eta iheslariak etxera' (Presos vascos y huidos a casa).
MANIFIESTOS CONTRA LA VIOLENCIA
Tras recalcar que ha firmado varios manifiestos de Bildu a favor del final de la violencia, Oizmendi ha asegurado que los miembros del equipo de Gobierno no presenciaron estos hechos porque estaban en el Salón de Plenos, donde tenía lugar una recepción oficial, y ha añadido que el brindis por los presos 'ni siquiera se llegó a celebrar'.
La Fiscalía, sin embargo, mantiene su imputación contra el alcalde de Leitza --el primero cargo de Bildu incurso en un procedimiento judicial por enaltecer a ETA--, al considerar que no puede ignorarse su responsabilidad en 'el montaje con encapuchados y pancartas' que se llevó a cabo en la sede consistorial.
NO SABÍAN QUE ERA UNA ETARRA
También han declarado como imputadas las vecinas del municipio María Lourdes Juantorena Baleztena y Saioa Iraola Urkiola, que aparecieron en el balcón del Ayuntamiento con camisetas de apoyo a la etarra Jone Lozano. Las dos, que también han quedado en libertad sin medidas cautelares, han alegado que querían ensalzarla por su labor en un colectivo feminista y contra la violencia de género y que desconocían que hubiera sido detenida por su actividad terrorista.
Según el informe de la Policía Foral que obra en la causa, la primera portaba carteles que reclamaban el acercamiento de los presos y la segunda pronunció un discurso realizando esta reivindicación.
La defensa de los tres imputados, que ejerce la abogada de la ilegal Batasuna Jone Goirizelaia, solicitará el archivo de la causa al entender que en el sumario no existe ni una sola frase que justifique la imputación por un delito de enaltecimiento del terrorismo y que tampoco se han solicitado grabaciones sobre estos hechos.
'PALOS EN LAS RUEDAS DEL PROCESO'
A la declaración acudieron el presidente de Eusko Alkartasuna (EA) en Navarra, Maiorga Ramírez, y la también diputada foral Aitziber Sarasola. Ramírez ha asegurado que este tipo de causas judiciales 'no hacen sino ensombrecer y poner palos en las ruedas de un proceso' que, a su juicio, 'es irreversible'.
'Se trata de imputaciones que no tienen ni pies de cabeza, que son de chiste y que tendrían gracia si no fuese porque tres ciudadanos de Euskal Herria navarros tienen que comparecer aquí para declarar ante una acusación que tiene enorme gravedad y que es fruto de un montaje', ha asegurado.
