Sufrió roces y un golpe en la nariz, que no le impidieron continuar su visita al Estado Mayor de la Defensa

El monarca cae de bruces tras un tropiezo en un acto militar

El rey Juan Carlos tropieza con un escalón en la sede del Estado Mayor de la Defensa.
El rey sufrió ayer una caída al tropezar con un escalón cuando visitaba la sede del Estado Mayor de la Defensa. El accidente se produjo cuando el monarca se disponía a entrar en el edificio sin percatarse del escalón que tenía delante, justo después de que saludara a los generales del Estado Mayor.
Tras levantar la mano hacia los medios de comunicación presentes a modo de saludo, el jefe del Estado caminó unos pasos hacia la entrada del edificio y tropezó con un escalón, lo que le hizo caer de bruces y golpearse la nariz, que presentaba después un cardenal y un pequeño roce. Nada más producirse la caída, las autoridades presentes en el acto, entre ellas el ministro de Defensa, Pedro Morenés, le rodearon para ayudarle, pero el jefe del Estado se arrodilló primero y se incorporó solo, aseguraron fuentes militares.

La visita del Rey continuó según lo previsto y el monarca amantuvo una videoconferencia con los militares que participan en misiones internacionales, acompañado por Morenés, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Fernando García, y los nuevos jefes del Estado Mayor de los Ejércitos de Tierra, general Jaime Domínguez Buj; del Aire, general Francisco Javier García Arnaiz, y de la Armada, almirante Jaime Muñoz Delgado.


ACCIDENTES DEL REY

La caída de ayer durante su visita a la sede del Estado Mayor de la Defensa no es el único accidente que sufrió el monarca desde que accedió al trono, aunque la mayoría de ellos no tuvieron consecuencias importantes y algunos se quedaron en un simple traspié.

El rey es un gran aficionado a los deportes y, en especial, al esquí, pero su práctica le ha jugado alguna mala pasada. Ya en junio de 1981, el rey se golpeó contra una puerta de cristal después de jugar un partido de squash con el tenista Manolo Santana en la pista del palacio de la Zarzuela. Un mes tuvo que estar escayolado porque el cristal le cortó un nervio radial y tuvo que ser intervenido. Más grave fue la fisura de pelvis que sufrió en enero de 1983 tras resbalar mientras esquiaba en Suiza, una caída que le obligó a guardar cama un mes y a usar un corsé pélvico durante el período de recuperación.

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