DESTITUCIóN

El motín de Tomás Gómez

El hasta hoy secretario general del PSM está dispuesto a plantar cara a la dirección federal del PSOE, acompañado por sus fieles, se amotinado hoy en la sede de los socialistas madrileños


Nacho Pacho Gómez se dispone así a emular la histórica batalla del Callao entre españoles y peruanos, aunque esta vez será una guerra fratricida en toda regla entre compañeros de partido político.

"Esto está muy lejos de haberse acabado, probablemente solo ha hecho empezar", ha aseverado el ex secretario general del PSM, quien ha anunciado que presentará todos los recursos posibles internos en el PSOE, así como incluso posibles acciones judiciales.

Como los buenos púgiles, Gómez ha querido dejar claro desde el principio que tiene capacidad de encaje y ha pasado al contragolpe al apuntar a la debilidad del liderazgo del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Las espadas están en todo lo alto y habrá que ver qué pasos da la gestora designada por Ferraz y encabezada por Rafael Simancas para intentar reconducir la situación.

Aunque no es nuevo en esta plaza, no en vano fue secretario general de PSM durante siete años, la tarea de Simancas se presenta complicada e ingente, ya que tendrá que intentar reconstruir puentes entre los socialistas madrileños y la dirección federal, y decidir quién será finalmente el cabeza de cartel del partido en los comicios autonómicos del 24 de mayo.

Porque al margen de las consecuencias de la investigación judicial sobre el sobrecoste del tranvía de Parla o la operación Púnica, lo verdaderamente preocupante para el PSM son sus perspectivas electorales, dado que todos los sondeos le auguran un mal resultado y la posibilidad de que se convierta en la tercera fuerza política en la región, por detrás del PP y Podemos.

Una posible víctima colateral de esta guerra entre socialistas puede llegar a ser el candidato a la Alcaldía de la capital, Antonio Miguel Carmona, que ha vuelto a poner hoy sus dos extremidades superiores en el fuego por Tomás Gómez, al que ha definido como unas de las personas más honradas que conoce.

Pero Carmona, que no suele dar puntada sin hilo, no ha pronunciado una sola crítica en contra de los dirigentes nacionales del PSOE e incluso ha contemplado de brazos cruzados, sin aplaudir, cómo desde el PSM tocaban los tambores de guerra.

Igualmente tendrá que nadar entre dos aguas Pedro Zerolo, ya que pertenece a la dirección de Ferraz -es secretario de Movimientos Sociales- y también era el escogido por el propio Gómez para suceder a Juan Barranco en la Presidencia del PSM.

Otra papeleta dura y difícil es la que afrontará José Cepeda, que pasó de ser rival de Gómez a su valedor ante Ferraz, donde forma parte del equipo de Pedro Sánchez.

Y papelón el que tendrán mañana todos los diputados socialistas en el habitual pleno de los jueves en la Asamblea de Madrid, en el que está previsto que Gómez pregunte al presidente de la Comunidad, Ignacio González, sobre las políticas en materia de educación desarrolladas durante la actual legislatura.

Lo que está claro es que el PP y González son los primeros favorecidos por esta lucha a bombo y platillo en el seno de la familia socialista, ya que, al menos durante unas horas, nadie habla de los candidatos populares.

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