El pasado año 1.903 personas fallecieron en accidente de tráfico, una cifra histórica que supone un 8 por ciento menos que en 2011, a pesar de la ligera subida de los muertos en vías urbanas, del aumento de víctimas menores de 14 años y de los 72 ciclistas que perdieron la vida. Son algunas de las conclusiones del balance definitivo de la siniestralidad vial de 2012 que ayer presentó la directora general de Tráfico, María Seguí.
El número completo, 1.903 fallecidos, supone 599 víctimas más que el dato ofrecido a comienzos de enero (1.304) en el que sólo se computa la mortalidad 24 horas después del accidente. Por primera vez y desde que en 1965 existen estadísticas, el número de fallecidos no alcanza los 2.000.
De la fotografía detallada que ofreció Seguí ayer destaca el ligero aumento, un 1%, en los fallecidos en ciudad frente al significativo descenso del 10% de las víctimas en carretera. Y aunque más de tres de cada cuatro accidentes se siguen registrando en las temidas vías secundarias -1.444 fallecidos- o autopistas y autovías -298-, en el año 2012 los siniestros mortales en calles aumentaron aunque sólo ligeramente.
Destaca también el aumento de fallecidos entre los menores de 14 años -de 42 de 2011 a 52-, en su mayoría en carretera, de los que 15 no iban en la sillita. De haber sido protegidos y colocados en estos sistemas, la cifra hubiera sido de 45, según Tráfico, que subraya que salvo estos dos colectivos, todos los grupos de edad descienden. Entre los factores concurrentes de los accidentes, la distracción del conductor aparece en un 39 por ciento de los siniestros mortales y la velocidad inadecuada en el 11%.
La antigüedad de los vehículos es otro de los condicionantes en la siniestralidad en los que Seguí se detuvo al asegurar que la edad media del parque automovilístico es de 12,3 años. También en el pasado ejercicio bajaron las víctimas en ciclomotores, motocicletas, turismos y vehículos de mercancías, así como los peatones, pero subieron las muertes de otro colectivo vulnerable, los ciclistas: 72 fallecidos frente a los 49 de 2011.
De la fotografía detallada que ofreció Seguí ayer destaca el ligero aumento, un 1%, en los fallecidos en ciudad frente al significativo descenso del 10% de las víctimas en carretera. Y aunque más de tres de cada cuatro accidentes se siguen registrando en las temidas vías secundarias -1.444 fallecidos- o autopistas y autovías -298-, en el año 2012 los siniestros mortales en calles aumentaron aunque sólo ligeramente.
Destaca también el aumento de fallecidos entre los menores de 14 años -de 42 de 2011 a 52-, en su mayoría en carretera, de los que 15 no iban en la sillita. De haber sido protegidos y colocados en estos sistemas, la cifra hubiera sido de 45, según Tráfico, que subraya que salvo estos dos colectivos, todos los grupos de edad descienden. Entre los factores concurrentes de los accidentes, la distracción del conductor aparece en un 39 por ciento de los siniestros mortales y la velocidad inadecuada en el 11%.
La antigüedad de los vehículos es otro de los condicionantes en la siniestralidad en los que Seguí se detuvo al asegurar que la edad media del parque automovilístico es de 12,3 años. También en el pasado ejercicio bajaron las víctimas en ciclomotores, motocicletas, turismos y vehículos de mercancías, así como los peatones, pero subieron las muertes de otro colectivo vulnerable, los ciclistas: 72 fallecidos frente a los 49 de 2011.
