VIAJES

¡No vengas a Miami a comer paella!

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Viajar o emigrar sirve para aprender, para conocer otras formas de vida, otras culturas, otros valores…¡Estás en Estados Unidos! ¿No tienes nada mejor que hacer que ir a un restaurante español?

Tengo por costumbre rechazar cualquier invitación para ir a los llamados restaurantes españoles que hay aquí en Miami o en otras partes de Estados Unidos. Y no me refiero a los restaurantes de comida española o internacional regentados por españoles, si no a esos restaurantes temáticos de flamenco y banderitas tan similares a los que uno encuentra en las zonas turísticas de Alicante o Málaga.

Esos locales son una parodia de la cultura española, una burda explotación de todos los topicazos más caducos. Y aún así son la “idea de negocio” más manida de buena parte de los inmigrantes españoles que he conocido por estos lares. Es habitual encontrarse con esos que llegan, o con los que quieren venir, que te dicen que se les ha ocurrido la brillante idea de montar un restaurante típico español. Y, claro está, creyéndose que eso es lo que vende, si la catalana se tiene que poner peineta y el gallego calzarse un sombrero cordobés, pues se hace. Y si hay que contratar a un guitarrista colombiano, que a lo mejor por el color canela de su piel pueda pasar por gitano, y a una bailaora de flamenco nacida en Buenos Aires, también se hace.

Total, seguro que el americano no se da cuenta. ¡Si les vendemos sombreros mexicanos como souvenir en Las Ramblas! ¿Cómo no les vamos a vender flamenquito y panderetas en su propia tierra? No importa que los restaurantes “normales” en España no se prodiguen en colgar banderas rojigualdas, ni se decoren con los colores patrios ni con carteles de corridas de toros (bueno, de esos sí quedan), ni tengan espectáculo flamenco, a menos que sean para turistas. Si, de todas formas, seguro que si ese potencial cliente americano viajó alguna vez a España acabó en lugares de ese mismo estilo pensando que estaba frente a una demostración cultural de la España más típica.

Vamos, que el restaurante español está bien para los de aquí, para que algunos cubanos de Miami se sigan aferrando a sus estereotipos sobre lo que significa ser español o para que los angloamericanos disfruten de la experiencia de esa especie de miniparque temático cañí. Pero desde luego un restaurante español de Miami no es un restaurante para españoles.

Y no pretendo criticar a los emprendedores españoles que recurren a este socorrido, aunque ya agotado, modelo de negocio. Ellos verán. Mi crítica va orientada a ese otro típico español que, recién aterrizado en USA de visita o como inmigrante, se pone en contacto con otros españoles para quedar en uno de esos locales. De repente, ese español que allá renegaba del país, se contagia acá de un desconocido patriotismo ibérico y se acoge al estereotipo más casposo de lo que se supone que es España. ¿Y qué va a contar sobre su viaje a América cuando vuelva a España? ¿Que estuvo en un flamenco show con gipsy rumba en la Calle Ocho?

No hemos aprendido nada. Viajar o emigrar sirve para aprender, para conocer otras formas de vida, otras culturas, otros valores,… ¡Estás en Estados Unidos! No me digas que no tienes nada mejor que hacer que ir a un restaurante español. Vete a un partido de baseball, a un sports bar, a un texas grill o a un Hooters, a pegar cuatro tiros con un AR15, a ver caimanes a los Everglades, a las partidas de dominó en La Pequeña Habana o, simplemente, a comprar a un Walmart. Lo que sea, pero que sea algo típico de aquí. Pues no, se van al “Lolailo’s Restaurant” a comer chorizo al triple de precio que en España y paella con aceitunas. De verdad que no lo entiendo.

https://twitter.com/jaimeavargues

www.elemprendedorninja.com

Jaime Avargues, emprendedor de origen español afincado en Miami

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