La oposición exige a Sánchez las actas de la mesa catalana

 El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se despide de Aragonès, en la puerta del Palau.
photo_camera El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se despide de Aragonès, en la puerta del Palau.

Aragonès reclama “lealtad” a una JxCat que muestra su lado más radical ante la negociación

El PP exigirá las actas de la reunión que mantuvo el miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el president de la Generalitat catalana, Pere Aragonès, porque se teme que “estén ocultando a los españoles lo que realmente están negociando”.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, que apoyaba ayer en Valencia la campaña de su partido para la reforma de la factura de la luz, se refería así a lo que ha calificado de “mesa de la humillación”, en un juego de palabras con la denominación “Mesa de Diálogo”. “El Gobierno tiene que enseñar las actas, porque la palabra del presidente no vale nada, y muchos españoles nos tememos que Sánchez nos está ocultando lo que realmente negoció con Aragonés”

“Que nos diga qué está pactando, qué está ocultando. Si de verdad creen en la transparencia, que entreguen las actas. Porque lo no puede ser es que los 29 segundos con Biden fueran pregonados, pero de las dos horas con el president no informe nadie”,  argumentó.

La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, también ha exigido las actas y el orden del día de la reunión de la mesa de diálogo sobre Cataluña, además de su cierre, porque ve contradicciones en la versión que dieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat: “Nos mienten”, aseguró ayer.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticó por su parte que se utilice la identidad catalana para “hacer negocio” y que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ahonde en las diferencias de España y afronte de forma bilateral la relación con Cataluña tras la reunión con Pere Aragonès. La líder madrileña considera que el problema aparece desde el primer momento en el que un presidente no se levanta cuando se “ofende a la bandera” de España. “Lo que está pasando en Cataluña es gravísimo, no ocurre en ningún lugar”, afirmó. En esta línea, censura que se permita que los independentistas “sigan adelante” y ha avisado a Sánchez de que son personas “que nunca se van a contentar”. “Viven de esto, del agravio, de intentar sacar dinero y no para ampliar los beneficios de los ciudadanos”, añadiendo que se trata de una causa que está basada en el “racismo y la xenofobia”.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, trasladó ayer al vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, la necesidad de que JxCat actúe con “lealtad” ante la mesa de diálogo, aunque sus socios independentistas siguen negándose a aceptar sus condiciones para participar en ella. Aragonès se reunió con Puigneró para intentar reconducir la crisis en el Govern a raíz de la propuesta de nombres que planteó JxCat -entre ellos Jordi Sànchez y Jordi Turull, dos de los presos indultados en junio- para integrar la delegación catalana en la mesa de diálogo, una propuesta que rechazó el president al poner como condición que todos sean miembros del ejecutivo catalán.

El martes por la mañana, justo antes de que el Govern se reuniera para aprobar los miembros de su delegación en la mesa de diálogo, el secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, le llamó para anunciarle su propuesta, que Aragonès rechazó de plano, y minutos después Junts hizo públicos los nombres sin estar consensuados con el president. Aragonès, enfurecido, lo interpretó como un pulso “desleal” y se negó a incluir en la mesa los nombres propuestos por JxCat con la excepción de Puigneró, el vicepresidente del Govern.

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