El Código Ético del Grupo Prisa prohíbe a sus profesionales participar en paraísos fiscales
La trama de los Papeles de Panamá está sirviendo muchos episodios informativos a los medios de comunicación, pero también ha zarandeado a alguno de ellos por supuestos vínculos con la trama. El empresario español de origen iraní Massoud Farshad Zandi, investigado por España por figurar en los Papeles de Panamá, presumía de sus contactos con la élite empresarial,y en particular, de su íntima amistad con el presidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián. Un idilio de negocios que ahora le ha estallado en las manos al presidente de Prisa, embarcado, según publica El Mundo, junto a Zandi en Star Petroleum, una opaca petrolera con oficinas en España y residencia fiscal en Luxemburgo con la que sus promotores pretendían abrir un filón millonario en Sudán del Sur, con mediación del expresidente Felipe González.
El Mundo no es el único medio que ha hablado de esta supuesta vinculación de Cebrián con los Papeles de Panamá. De hecho, el propio Grupo Prisa, a través de El País, anunció que emprendía acciones legales contra La Sexta, El Confidencial. com y Eldiario.es, por hacer públicas informaciones que apuntaban a esa vinculación, negada por el presidente de la empresa a través de sus medios.
Según se publicó, Cebrián habría empleado una cuenta offshore en diferentes países para hacerse con acciones de esta petrolera, afirma El Confidencial, medio que también relata que, en agradecimiento a su lealtad y amistad, obtuvo de Zandi una donación del 2% de la Star Petroleum un regalo valorado en 6 millones de euros. No por casualidad, al negocio de esta petrolera se sumaron varios empresarios vinculados a Prisa. Según el registro mercantil luxemburgués, Cebrián formó parte del consejo de la Star Petroleum entre junio de 2015 y enero de 2016.
El presidente de El País tenía previsto pagar en los próximos años 15 millones de euros mediante “una triangulación en la que hay involucradas entidades financieras de Suiza, Luxemburgo, las Islas Seychelles y Uruguay”, publica el diario mexicano Jornada. Unos planes que contrastan con el Código Ético de Prisa, que prohíbe “crear sociedades o tener cuentas bancarias en paraísos fiscales". "Los profesionales de Prisa", reza el código de conducta, "deben actuar conforme a los principios de proporcionalidad, precaución, honestidad, agilidad, y sobre todo, actuar con sentido común y responsabilidad", para evitar daños "en la imagen y reputación de cualquier empresa del Grupo".
El propio Cebrián, según estas publicaciones, ha censurado en El País y la Ser a los medios de comunicación que investigan su posible implicación en el caso panameño. Una de las primeras víctimas fue Ignacio Escolar, director de Eldiario.es, despedido como tertuliano de la Ser en abril, tras vincular al presidente de Prisa con los "Papers".
La consigna que atribuyen estos medios a El País de mutilar en sus noticias cualquier vínculo del presidente de Prisa con la trama panameña ha agitado alguna revolución interna contra Cebrián, llegando a situaciones inéditas en la historia del Grupo. En el último número de Tentaciones de El País, un artículo de Juan Soto Ivars incluye un mensaje oculto contra la deriva del presidente: “Cebrián es un tirano como Calígula” puede leerse uniendo las primeras letras de cada frase de la columna, titulada "Aquí, sufriendo".
La aventura frustrada del Grupo Prisa en Galicia
La pretendida imagen de pulcritud informativa que siempre ha querido atribuirse el Grupo Prisa salió con más pena que gloria después de la puesta en marcha y posterior retirada de su versión gallega. LaedicióndeElPaísde Galicia echó a andar el 22 de noviembre de 2006, un año después de que el bipartito del socialista Emilio Pérez Touriño destronase a Manuel Fraga de la Xunta. En la nota que el rotativo publicó para anunciar un suplemento de 12 páginas de cobertura gallega rezaba: “El periódico que mañana se encontrarán en el quiosco los lectores gallegos culmina un proyecto acariciado desde hace diez años. El propósito es ofrecer a los lectores noticias, reportajes y análisis rigurosos e independientes, con la vista puesta en los intereses del conjunto de la comunidad autónoma y al margen de las disputas de carácter localista”. En su estreno, Pérez Touriño aprovechó una entrevista firmada por Félix Monteira, el entonces delegado del El País en Galicia, para anunciar la ley de medidas urgentes para la protección del litoral por la que se prohibía construir a menos de 500 metros de la costa. El entonces presidente de la Xunta ya tenía su publicación de cabecera para dar lustre a sus políticas.
Con una plantilla formada por 2 redactores-jefes, 9 redactores y 3 auxiliares administrativos, El País consiguió sobrevivir sin apuros en los primeros años, los mismos que coincidieron con la presidencia del PSOE en la Xunta. Sólo en 2008, recibió151.045 euros del Gobierno gallego. Cuando Alberto Núñez Feijóo llegó a San Caetano en marzo de 2009, en los mentideros compostelanos se aventuró el cierre de la edición, algo que ocurrió el 1 de octubre de 2012, pese a las agrias protestas de sus periodistas y del Colexio Profesional de los Perio-distas de Galicia.
Durante los casi seis años de vida de la edición gallega de El País, sus páginas se caracterizaron, sobre todo, por su animadversión contra determinados políticos del Partido Popular, con informaciones que en alguna ocasión le han costado tener que rectificarse a sí mismo.
