Un perturbado irrumpió a las 12,30 horas de ayer con un hacha en el centro de salud El Naranjo de Fuenlabrada (Madrid) e hirió de gravedad a tres trabajadoras, que sufrieron lesiones en la cabeza y las manos, tras lo que huyó hasta ser detenido en la calle por la Policía Municipal. El atacante, un hombre de 40 años residente en el municipio y de origen magrebí, entró en el ambulatorio con el hacha escondida debajo de la ropa y se dirigió directamente hacia el mostrador de atención al público que está frente a la entrada.
Fuentes municipales informaron de que el hombre, que fue detenido por una patrulla de la policía local cuando era perseguido e increpado por varias personas, sufre 'problemas mentales'. Por la tarde fue trasladado a la comisaría de la Policía Nacional de Fuenlabrada. Varios testigos aseguraron que, antes de llegar al mostrador, el agresor sacó el hacha y golpeó con ella a una enfermera, mientras que otras tres trabajadoras del departamento de Administración, que estaban detrás del mostrador para atender al público, intentaban refugiarse en un pequeño cuarto.
ESCAPÓ ILESA
Una trabajadora del centro de salud, ubicado en la calle Avilés número 2, logró escapar ilesa del interior del cuarto, mientras que el hombre golpeaba con el hacha a sus compañeras, explicó el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, quien, junto al alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, acudió al centro de salud poco después del suceso.
El consejero detalló que al detenido le correspondía este centro de salud por su residencia, mientras que los trabajadores explicaron que no le reconocían como paciente habitual y no creen que la agresión se derive de un incidente previo.
ESCAPÓ ILESA
Una trabajadora del centro de salud, ubicado en la calle Avilés número 2, logró escapar ilesa del interior del cuarto, mientras que el hombre golpeaba con el hacha a sus compañeras, explicó el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, quien, junto al alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, acudió al centro de salud poco después del suceso.
El consejero detalló que al detenido le correspondía este centro de salud por su residencia, mientras que los trabajadores explicaron que no le reconocían como paciente habitual y no creen que la agresión se derive de un incidente previo.
