La Policía desaloja seis casas-cueva de San Miguel, en Granada

Algunos de los vecinos afectados observan los trabajos de demolición de las casa-cuevas
photo_camera Algunos de los vecinos afectados observan los trabajos de demolición de las casa-cuevas

Un operativo compuesto por medio centenar de agentes de la Policía Local de Granada ha desalojado hoy seis de las casas-cuevas ubicadas en el Cerro de San Miguel, en el barrio de Sacromonte, en una operación que se ha saldado con un detenido y otros dos trasladados a comisaría para su identificación.

Un portavoz de este cuerpo policial ha informado a Efe de que la intervención en las casas, que se inició sobre las 07.00 horas, tenía las correspondientes órdenes de diferentes juzgados de Granada, que habían sido notificadas.

El operativo, que ha contado con el apoyo del Cuerpo Nacional de Policía, ha desalojado a un total de siete personas de esas seis viviendas, que posteriormente han sido rellenadas de tierra y tapiadas para devolver el monte a su estado original.

Según el portavoz policial, el motivo principal de este desalojo ha sido el estado de "inhabitabilidad" en el que se encontraban estos espacios, que eran "muy poco seguros" y suponían un riesgo para sus moradores.

La Policía, que acordonó a primera hora de esta mañana la zona, ha detenido a un hombre que se encontraba en el lugar de los hechos por la supuesta agresión a uno de los agentes intervinientes y ha trasladado además a comisaría a otros dos varones para identificarles ya que al parecer carecían de documentación.

En el entorno, además de los agentes, continuaban este mediodía trabajando dos máquinas excavadoras y cuatro remolques tipo "dumper", según ha informado el portavoz de la Policía Local.

Tras este desalojo, varias decenas de personas se han concentrado a las puertas del Ayuntamiento de Granada, en la céntrica plaza de Carmen, con varias pancartas alusivas y en contra de la actuación municipal.

La concejala de Urbanismo, Isabel Nieto, señaló el pasado 5 de marzo que el Ayuntamiento tan sólo estaba está "pendiente" de la autorización judicial que había solicitado para el desalojo de las cuevas y advirtió de la peligrosidad que suponen como alojamiento por la inestabilidad del terreno.

La edil aclaró que, pese a que son espacios que han sido habitados por diferentes personas, no se trata de viviendas -carecen de baño o cocina- ni de tradicionales casas-cueva, sino que son más bien "agujeros artificiales".

El desalojo iniciado esta mañana se produce meses después de que, el pasado 10 de diciembre, unas 200 personas se concentraran para frenar el desalojo anunciado por el Ayuntamiento.

Convocados por Stop Desahucios Granada y los afectados, consideraron entonces que la medida respondía a intereses urbanísticos y turísticos del consistorio.

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