Fueron desarticulados dos clanes y detenidas 22 personas que explotaban sexualmente a las mujeres

Prostitutas de clanes rumanos, tatuadas con códigos de barras

El tatuaje de barras que llevaba la joven liberada.
La Policía Nacional desarticuló en Madrid dos clanes de nacionalidad rumana que explotaban sexualmente a mujeres, a las que tatuaban códigos de barras si intentaban fugarse, y detuvo a 22 personas, entre ellas los dos cabecillas. En la operación la Policía liberó a una de sus víctimas, una joven rumana de 19 años que permanecía secuestrada en un piso de Valdemoro (Madrid) por haber intentado escapar y que, además de sufrir golpes y latigazos, fue marcada con un código de barras en el que constaba su deuda con la red y le rasuraron el pelo y las cejas.
Las redes, que obligaban a las mujeres a ejercer la prostitución en el polígono Marconi, en la calle Montera y en diversos clubes de alterne de la región, alquilaban pisos, denominados 'tonas', donde se realizaban los servicios y que eran vigilados por algunos de sus miembros para retirar inmediatamente el dinero recaudado a las mujeres. 'Maletas', 'bultos' o 'bicicletas' eran algunos de los términos utilizados por los proxenetas para referirse a las mujeres que tenían bajo su control.

Los agentes seguían los pasos de un clan, integrado por diversas personas de origen rumano, que obligaban a las mujeres que ejercían la prostitución en el polígono Marconi de Madrid a facilitarles parte de sus ganancias. Este grupo captaba, transportaba y explotaba coactivamente a otras mujeres, algunas de ellas menores de edad, en la calle Montera de la capital y en diversos clubes de la comunidad madrileña.

Esta red de proxenetas estaba dirigida por Iancu T., quien tenía en vigor una orden de busca y captura emitida por Rumanía por delitos de esta misma naturaleza. Este hombre contaba con la colaboración de otros hombres y algunas mujeres de confianza que, además de ejercer la prostitución, controlaban al resto de las chicas.n.

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