Las pruebas de ADN del triple crimen ocurrido el pasado enero en Barcelona apuntan al exnovio de la hija

Las pruebas de ADN apuntan a que fue el exnovio de la hija del matrimonio de ancianos quien asesinó a la pareja de octogenarios y a la nieta de estos, de 16 años, el pasado 27 de enero en la calle Sardenya de Barcelona.
Según han explicado fuentes judiciales, en los análisis biológicos se han encontrado rastros de ADN de la niña en el cordón de las gafas del presunto asesino, Alejandro C.G., y, en la montura, también restos del abuelo.

Además, en una herramienta que el presunto asesino guardaba en el maletero del coche que el día del crimen había aparcado en la misma calle se ha localizado sangre de las tres víctimas.

Tras estas nuevas pruebas, el presunto asesino deberá declarar de nuevo este mes de septiembre ante el titular del Juzgado de Instrucción 27 de Barcelona, Francisco Javier Paulí, que investiga el caso.

La investigación policial reveló que Alejando C.G. presuntamente cometió el crimen por despecho porque le había dejado su exnovia, Mónica C., y que la intentó incriminar fingiendo que ella había encargado matar a sus padres y su nieta a un sicario sudamericano.

Para ello, le mandó varios mensajes de teléfono móvil haciéndose pasar por el sicario con acento sudamericano, exigiéndole que pagara el supuesto coste del crimen, aunque cometió un error: dejó la 'i' catalana como conjunción en lugar de usar la 'y' castellana.

Esto se une al descubrimiento de que Alejandro C.G. guardaba en su ordenador cartas sospechosas y búsquedas de Google de palabras clave 'sicario', 'vudú', 'magia negra' y 'juzgado 27' -el que instruye el caso-, según el informe pericial informático.

La Fiscalía y la acusación le imputan tres asesinatos con alevosía y ensañamiento, además de un robo con violencia por sustraer un móvil, un ordenador y una 'tablet'; sólo por estos tres delitos podrían pedir para el detenido entre 45 y 75 años de cárcel.

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