Rajoy ha dicho estar abierto a investigar la financiación del PP, que podría hacerse en el Senado, pero ha advertido a Rivera de que si se mira "demasiado" al pasado puede pasar lo que le ocurrió a la mujer de Lot, que se convirtió en "estatua de sal"
Mariano Rajoy y Albert Rivera han echado hoy el primer pulso por el cumplimiento del pacto de investidura a cuenta de la comisión de investigación sobre la presunta financiación irregular del PP, que se ha saldado con la solicitud, por separado, de dos comisiones en el Congreso y otra en el Senado.
Todo ha empezado esta mañana cuando el presidente del Gobierno, en la sesión de control, ha sugerido, respondiendo a Rivera, que esa comisión de investigación podría registrarse en el Senado, pero no centrada solo en el PP, como quiere Ciudadanos, sino que afecte a todas las fuerzas políticas.
Una idea que Rivera ha calificado de "broma de mal gusto", pero que ha acabado materializándose, y lo ha hecho después de que Ciudadanos, PSOE y Podemos, ante las "trabas" que creen que el PP está poniendo a dicha investigación, hayan sumado sus fuerzas registrando por la tarde una solicitud conjunta para crear una comisión centrada en las "redes de donaciones irregulares" recibidas por el PP a cambio de adjudicaciones de contratos.
Ante el empeño de Ciudadanos en sacar adelante la fiscalización de la situación financiera del PP con el apoyo de otras fuerzas, el Partido Popular había dejado claro que se reservaba el derecho de promover una comisión en el Senado para llegar al fondo de la financiación de todas las formaciones.
Dicho y hecho. El portavoz popular, Rafael Hernando, ha registrado la solicitud de dos comisiones, una en el Congreso y otra en la Cámara Alta ante el "gesto hostil" y la "enorme deslealtad" de sus socios, ha lamentado.
Se ha agarrado el PP a que el documento que firmaron con las seis condiciones previas a la negociación de la investidura de Rajoy, entre ellas esta comisión, solo especifica que será una comisión parlamentaria, sin concretar en qué Cámara puede hacerse.
Del mismo modo, Hernando ha justificado que la investigación se abra a todas las formaciones, y no solo al partido del gobierno, preguntándose por qué hay que "impedir" que se conozcan las cuentas de los demás.
Las posiciones entre ambas partes se han ido tensando a lo largo del día desde el momento en que Rajoy, en el pleno de control, advirtiera al líder de Ciudadanos que estaba abierto a hablar con él de esta comisión y de cualquier otro asunto relacionado con el pacto.
No obstante, ha advertido a Rivera de que si se mira "demasiado" al pasado, puede pasar lo que le ocurrió a la esposa de Lot, que se convirtió en "estatua de sal".
El debate que han mantenido ha sido tenso y se ha visto que a Rajoy no le ha gustado nada que Rivera, quien incluso ha hecho el gesto desde su escaño de llamar caradura al presidente, le haya acusado de incumplir su palabra.
Rivera ha dicho que Ciudadanos, en cambio, cumplió su compromiso de respaldarle para que fuera investido presidente del Gobierno, pese a que, según ha recordado, no le fue fácil hacerlo.
Tanto Rajoy como Rivera han reconocido que el pacto de agosto va avanzando, pero en lo que no están nada de acuerdo es en lo que tiene que ver con la corrupción, ya que para Rivera se produce un parón total cuando se trata de hacer realidad algunas de las medidas que tienen que ver con la regeneración.
Rajoy ha subrayado que él no ha dicho que no vayan a cumplir ninguno de los 150 puntos del acuerdo, pero sí le ha avisado de que hay que mirar al futuro y seguir hablando de otras cosas importantes como la dependencia, las pensiones o los estibadores, aludiendo indirectamente al rechazo de Cs a convalidar la reforma de la estiba si no hay una salida negociada.
Temas que "sin duda importan al conjunto de los ciudadanos", ha dicho el líder del PP, quien ha subrayado la idea de que lo positivo sería mirar hacia el futuro.
