POLÍTICA NACIONAL

Rivas: "Si no funciona el fusible de la vergüenza contra Cifuentes, habrá apagón"

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photo_camera El escritor coruñés, Manuel Rivas.

El escritor coruñés alerta contra una estrategia neoliberal de acabar con lo que representa Europa, un espacio que se asocia al Estado del bienestar, de acogida

Manuel Rivas (A Coruña, 1957) siente vergüenza "contra todo esto" que nos rodea y por eso ha escrito un "Manifiesto rebelde" (Alfaguara) contra la "descivilización", el retroceso y el rearme, la desigualdad, el machismo, la corrupción y otras muchas cosas que agrupa en esa categoría de "todo esto".

Rivas dice que sentir vergüenza es el principio de la toma de conciencia ante un estado de las cosas que no le gusta, el "bochorno" que siente ante la distopía y el retroceso que vive el mundo en la actualidad.

"Hay gente que se ha desprendido de la vergüenza totalmente", recalca el autor, que en este sentido diferencia entre el mundo de las instituciones, "donde el poder cada vez se mueve mejor en el secretismo y la desvergüenza", y la sociedad en general, pero advierte de que "el hábitat de la vergüenza está contaminado y puede anestesiarse".

"El oficio más antiguo del mundo no es la prostitución, es mirar para otro lado"

Por eso, considera que "sentir vergüenza es ya una revolución" y explica que la ha sentido ante el "aplauso" de determinadas actitudes que se han visto este fin de semana en la convención del PP de Sevilla, en referencia al caso del máster de Cristina Cifuentes. Pero, advierte de que, "si no funciona el fusible de la vergüenza, habrá un apagón total".

La vergüenza conecta con la conciencia y detectarla es el primer paso para rebelarse, sostiene Rivas, para quien "la suma colectiva de vergüenzas" es la que puede transformar el estado de las cosas.

El escritor destaca la necesidad de crear espacios compartidos de rebeldía frente a la tendencia de desmantelamiento de los espacios comunes. Manuel Rivas alerta también contra una estrategia neoliberal de acabar con lo que representa Europa, un espacio que se asocia al Estado del bienestar, de acogida.

"No creo en conspiraciones, pero haberlas, haylas. Atacan lo que era un depósito de esperanza para el mundo. Y van ampliando el concepto de lo que es el enemigo y ahora es todo lo que se mueve", ha recalcado el autor.

A pesar de todas estas consideraciones, Manuel Rivas bromea asegurando que no se ha hecho "del partido apocalíptico" y, en este sentido, considera que su libro es "un lugar insurgente, un texto activista".

Ante "todo esto", defiende que lo que no hay que hacer es mirar para otro lado y recuerda la precisión de una mujer víctima de la trata de mujeres: "El oficio más antiguo del mundo no es la prostitución, es mirar para otro lado".

Manuel Rivas también habla en su libro del periodismo, respecto al que subraya su papel como un "bien común en este estado de vergüenza".

"Andan las jaulas detrás de las palabras libres, y hay obsesión por controlar hasta las coplas", recalca Manuel Rivas, que cree que, "si ante la crisis de la democracia lo necesario es más democracia, en la crisis del periodismo lo que hay que hacer es más periodismo".

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