Tres marineros fallecieron ayer por la tarde en el naufragio de un pesquero frente a las costas de Cádiz, mientras otros cinco tripulantes permanecen desaparecidos, aunque se cree que siguen bajo el caso volcado del barco, el Nueva Pepita Aurora.
Los otros ocho miembros de la tripulación pudieron ser rescatados y se encuentran a salvo en Barbate, donde el pesquero tenía su base. Aunque la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa, informó en un primer momento de la muerte de cuatro marineros, en realidad sólo hay tres fallecidos por el naufragio, ya que el cuarto es otro pescador de Barbate que murió el martes en Huelva de un infarto.
Los tres fallecidos son Manuel Corrales Oribe, Antonio Miguel Gil Guerra y Manuel Fernández Fernández, cuyas edades se desconocen. Sus cadáveres han sido trasladados desde Cádiz -donde se les ha practicado la autopsia- al Ayuntamiento de Barbate, donde se encuentra instalada la capilla ardiente, que ha permanecido abierta toda la noche.
Los desaparecidos son: Manuel Reyes Moreno, Andrés Lucio Grozlán, Manuel Alba García, Francisco Clac Caballero y Manuel Biela Sánchez. La ministra Espinosa confirmó anoche que su búsqueda se había suspendido "debido a la escasez de luz" y que las labores de rescate se reanudarían "a primerísima hora" de la mañana.
Espinosa, que visitó el puerto de Barbate, aseguró que por el momento se desconocen las causas del suceso, aunque ha indicado que podría deberse a los efectos del mal tiempo. "En estos momentos no se puede dar ninguna causa real, aunque todo el mundo conoce las condiciones que tiene el mar, que no son buenas y con olas de cuatro y cinco metros, por lo que puede ser motivo de que el barco haya volcado", explicó la ministra.
El Nueva Pepita Aurora naufragó tras sufrir una avería a 14 millas al sureste de Barbate, debido al fuerte viento de Levante que azota la costa de Cádiz, que volcó la embarcación. Según fuentes del Servicios de Emergencia 112, el pesquero naufragado se encuentra "a flote boca abajo" en el lugar del suceso y podría haberse formado una bolsa de aire bajo la que podrían estar los cinco desparecidos, por lo que "todos los esfuerzos se centran en recuperarles".
"En principio se intentó reflotar el barco, que venía de Larache [Marruecos], pero la intensidad del viento, casi de cien kilómetros por hora [fuerza 10] ha hecho imposible esta posibilidad, por lo que las más de 150 personas que participan en el rescate de los cinco marineros que quedan en el barco intentan acceder a las cabinas por otros métodos", explicaron ayer por la tarde fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz.
Los otros ocho tripulantes del pesquero se encuentran a salvo, después de que siete de ellos fueran rescatados en el lugar del naufragio por el pesquero Benamahoma, que los trasladó a Barbate -donde se encuentra un dispositivo integrado por medio millar de efectivos de los servicios de emergencia-; mientras que los efectivos de Salvamento Marítimo pudieron salvar a otro. Uno de los náufragos fue trasladado a un centro médico con síntomas de hipotermia, aunque no está grave, mientras que otro presenta hipoglucemia y otros dos tienen heridas leves.
Los tres fallecidos son Manuel Corrales Oribe, Antonio Miguel Gil Guerra y Manuel Fernández Fernández, cuyas edades se desconocen. Sus cadáveres han sido trasladados desde Cádiz -donde se les ha practicado la autopsia- al Ayuntamiento de Barbate, donde se encuentra instalada la capilla ardiente, que ha permanecido abierta toda la noche.
Los desaparecidos son: Manuel Reyes Moreno, Andrés Lucio Grozlán, Manuel Alba García, Francisco Clac Caballero y Manuel Biela Sánchez. La ministra Espinosa confirmó anoche que su búsqueda se había suspendido "debido a la escasez de luz" y que las labores de rescate se reanudarían "a primerísima hora" de la mañana.
Espinosa, que visitó el puerto de Barbate, aseguró que por el momento se desconocen las causas del suceso, aunque ha indicado que podría deberse a los efectos del mal tiempo. "En estos momentos no se puede dar ninguna causa real, aunque todo el mundo conoce las condiciones que tiene el mar, que no son buenas y con olas de cuatro y cinco metros, por lo que puede ser motivo de que el barco haya volcado", explicó la ministra.
El Nueva Pepita Aurora naufragó tras sufrir una avería a 14 millas al sureste de Barbate, debido al fuerte viento de Levante que azota la costa de Cádiz, que volcó la embarcación. Según fuentes del Servicios de Emergencia 112, el pesquero naufragado se encuentra "a flote boca abajo" en el lugar del suceso y podría haberse formado una bolsa de aire bajo la que podrían estar los cinco desparecidos, por lo que "todos los esfuerzos se centran en recuperarles".
"En principio se intentó reflotar el barco, que venía de Larache [Marruecos], pero la intensidad del viento, casi de cien kilómetros por hora [fuerza 10] ha hecho imposible esta posibilidad, por lo que las más de 150 personas que participan en el rescate de los cinco marineros que quedan en el barco intentan acceder a las cabinas por otros métodos", explicaron ayer por la tarde fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz.
Los otros ocho tripulantes del pesquero se encuentran a salvo, después de que siete de ellos fueran rescatados en el lugar del naufragio por el pesquero Benamahoma, que los trasladó a Barbate -donde se encuentra un dispositivo integrado por medio millar de efectivos de los servicios de emergencia-; mientras que los efectivos de Salvamento Marítimo pudieron salvar a otro. Uno de los náufragos fue trasladado a un centro médico con síntomas de hipotermia, aunque no está grave, mientras que otro presenta hipoglucemia y otros dos tienen heridas leves.
