Alejandro Martínez Singul, el segundo violador de l'Eixample, se ha declarado en la jornada inocente de la acusación del intento de agresión sexual a dos mujeres en Barcelona el 10 de mayo y confesó durante el juicio que no sale de casa de sus padres por miedo a sufrir las posibles represalias de la gente. En sus declaraciones, una de las víctimas no pudo identificarle, mientras que la otra sí pudo hacerlo.
La Audiencia de Barcelona ha dejado en libertad provisional al segundo violador de l'Eixample, Alejandro Martínez Singul, al considerar que no hubo intento de agresión sexual sino, como máximo, exhibicionismo o falta de vejaciones. Sin embargo, Singul, que se declaró inocente, se enfrenta a una pena de dos años de cárcel por perseguir por el barrio de l'Eixample a dos mujeres y masturbarse delante de ellas.
En su declaración, afirmó que aquella noche estaba en casa de sus padres, muy cerca del lugar de los hechos, durmiendo o viendo películas. Del mismo modo, aseguró que él no tiene llaves de la casa, que siempre está cerrada por parte de su madre y padrastro. El acusado explicó que desde marzo sólo ha salido dos veces de casa y se mostró 'arrepentido y avergonzado' de los 14 delitos sexuales anteriores, aunque reiteró su inocencia en este caso.
Esta versión contradice la aportada por la dos víctimas que, en el turno de declaraciones, narraron que cuando se dieron cuenta de que un hombre las seguía al salir de la boca del Metro de Hospital Clínic, se giró varias veces y, al ver cómo 'se tocaba', aceleraron el paso y entraron en el portal. A continuación, cerraron la puerta frente a su perseguidor, que intentó entrar golpeando la puerta y que, al no poder entrar, se quedó en la calle masturbándose mientras las miraba.
Una de ellas, apuntó que le vio la cara y por eso pudo identificarlo en las fotografías en comisaría, en rueda de reconocimiento y nuevamente en el juicio, pero no pudo explicar la contradicción entre la hora a la que avisaron a la Policía, las 2.45 h., y a la que realmente dicen los Mossos que recibieron la llamada, las 4 h. La segunda de las víctimas ratificó la versión de su compañera pero no pudo identificar claramente al agresor, aunque lo describe como un hombre no muy alto y calvo, que coincide con Singul.
BAJO LLAVE
Por su parte, la madre y el padrastro del Singul apoyaron la versión del acusado y declararon que aquella noche fueron a dormir tarde, como siempre, y estuvieron viendo la televisión en el comedor. Asimismo, indicaron que la casa estaba cerrada con llave, bien guardada y fuera del alcance de Singul, por lo que fue imposible que abandonara el hogar sin que ellos se dieran cuenta.
El abogado defensor puso de manifiesto la falta de coincidencia de las versiones de las víctimas y pidió al juez que no tenga en cuenta los antecedentes de Singul para condenarle. Del mismo modo, consideró que no hubo delito de tentativa de agresión, ya que no hubo requisitos como el uso de la fuerza o la intimidación.
No obstante, la fiscal mantuvo la petición inicial de dos años de prisión y criticó con dureza la decisión del tribunal de dejar en libertad provisional al acusado, ya que considera que el perseguidor había intentado agredir sexualmente a las mujeres si hubiera podido, pero al ser imposible, lo 'único' que pudo hacer fue masturbarse para 'satisfacer su ánimo libidinoso'. 'Si hubiera sido un exhibicionista, se hubiera ido del portal', concluyó.
En su declaración, afirmó que aquella noche estaba en casa de sus padres, muy cerca del lugar de los hechos, durmiendo o viendo películas. Del mismo modo, aseguró que él no tiene llaves de la casa, que siempre está cerrada por parte de su madre y padrastro. El acusado explicó que desde marzo sólo ha salido dos veces de casa y se mostró 'arrepentido y avergonzado' de los 14 delitos sexuales anteriores, aunque reiteró su inocencia en este caso.
Esta versión contradice la aportada por la dos víctimas que, en el turno de declaraciones, narraron que cuando se dieron cuenta de que un hombre las seguía al salir de la boca del Metro de Hospital Clínic, se giró varias veces y, al ver cómo 'se tocaba', aceleraron el paso y entraron en el portal. A continuación, cerraron la puerta frente a su perseguidor, que intentó entrar golpeando la puerta y que, al no poder entrar, se quedó en la calle masturbándose mientras las miraba.
Una de ellas, apuntó que le vio la cara y por eso pudo identificarlo en las fotografías en comisaría, en rueda de reconocimiento y nuevamente en el juicio, pero no pudo explicar la contradicción entre la hora a la que avisaron a la Policía, las 2.45 h., y a la que realmente dicen los Mossos que recibieron la llamada, las 4 h. La segunda de las víctimas ratificó la versión de su compañera pero no pudo identificar claramente al agresor, aunque lo describe como un hombre no muy alto y calvo, que coincide con Singul.
BAJO LLAVE
Por su parte, la madre y el padrastro del Singul apoyaron la versión del acusado y declararon que aquella noche fueron a dormir tarde, como siempre, y estuvieron viendo la televisión en el comedor. Asimismo, indicaron que la casa estaba cerrada con llave, bien guardada y fuera del alcance de Singul, por lo que fue imposible que abandonara el hogar sin que ellos se dieran cuenta.
El abogado defensor puso de manifiesto la falta de coincidencia de las versiones de las víctimas y pidió al juez que no tenga en cuenta los antecedentes de Singul para condenarle. Del mismo modo, consideró que no hubo delito de tentativa de agresión, ya que no hubo requisitos como el uso de la fuerza o la intimidación.
No obstante, la fiscal mantuvo la petición inicial de dos años de prisión y criticó con dureza la decisión del tribunal de dejar en libertad provisional al acusado, ya que considera que el perseguidor había intentado agredir sexualmente a las mujeres si hubiera podido, pero al ser imposible, lo 'único' que pudo hacer fue masturbarse para 'satisfacer su ánimo libidinoso'. 'Si hubiera sido un exhibicionista, se hubiera ido del portal', concluyó.
