Una vecina de Vila Nova de Cerveira, norte de Portugal, constató la "angustia" que los vecinos están pasando por la proximidad de las llamas.
Los incendios de Vila Nova de Cerveira y Monçao, localidades del norte de Portugal colindantes con Galicia, son dos de los siete fuegos forestales que el país combate en su cuarto día consecutivo de grandes incendios.
El de Vila Nova de Cerveira, ciudad a las orillas del río Miño y colindante a la provincia gallega de Pontevedra, es el más preocupante, pues se ha extendido a localidades como Caminha, donde han empezado a evacuar casas.
Para las labores de extinción de esta ignición, activa desde hace dos días, se movilizó a 408 bomberos, 129 vehículos terrestres, un helicóptero y tres aviones, que buscan controlar los dos frentes.
En declaraciones a la televisión, una vecina de Vila Nova de Cerveira constató la "angustia" que los vecinos están pasando por la proximidad de las llamas.
En Monção, también localidad limítrofe con Pontevedra bañada por el Miño, las autoridades se afanaron en controlar un incendio con dos frentes activos iniciado en la noche del sábado.
Cerca de 180 efectivos fueron enviados a la zona, apoyados por un helicóptero y 61 vehículos terrestres.
Contactada por Efe, la Autoridad Nacional de la Protección Civil lusa declinó detallar si los frentes activos en los dos incendios se aproximan a España y tampoco ofreció cifras sobre el área ya calcinada.
Aparte de Vila Nova de Cerveira y Monção, localizadas en el distrito de Viana do Castelo, la oleada de incendios se propagó en otras zonas del norte de Portugal.
En la localidad de Mangualde, distrito de Viseu, se declararon dos fuegos, para los que fueron movilizados cerca de 250 bomberos, 76 vehículos y un helicóptero.
Los incendios en Vila Flor (distrito Bragança), Povóa de Lanhoso (Braga) y Gouveia (Guarda) fueron los otros tres grandes incendios activos esta tarde.
Aunque raramente las autoridades ofrecen datos de las hectáreas calcinadas nada más controlar un fuego, esta vez se anunció que fueron 1.000 las hectáreas quemadas en un incendio controlado hoy en Miranda do Corvo (Coimbra) después de un día activo.
La oleada de incendios que registra Portugal en los últimos días se debe a las "muy severas" condiciones meteorológicas en el país, azotado por una oleada de calor, explicó hoy mismo la ministra de Interior, Anabela Rodrigues.
Las últimas cifras oficiales, conocidas la semana pasada, apuntan a que hasta finales de julio se cuadruplicó el número de hectáreas calcinadas por los incendios en suelo luso, hasta situarse en cerca de 28.000.
Portugal fue el país europeo más castigado por las llamas desde el año 2000 y los fuegos forestales se cebaron especialmente en los años 2003 (con 400.000 hectáreas forestales calcinadas), 2005 (con 300.000), 2010 (con 118.000) y 2013 (con 145.000).
