La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha pedido hoy, en el momento en el que todos los países hacen grandes esfuerzos para capear la crisis, que se tenga más a la vista que nunca la guía que marca el norte irrenunciable de la igualdad y de la justicia social.
Por ello, en la inauguración en Santander de la exposición Planeta Mujer, que entremezcla la situación de las mujeres en el mundo con los Objetivos del Milenio, De la Vega ha insistido en que la igualdad será uno de los puntos cardinales de la Presidencia española de la Unión Europea, en el primer semestre de 2010.
Si hay algunas puertas que se cierran tras nosotros, hay muchas otras que están por abrir y una de esas puertas, de entrada al nuevo milenio, es sin duda alguna la igualdad, ha apostillado Fernández de la Vega, acompañada por el presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, y la vicepresidenta regional, Lola Gorostiaga.
Fernández de la Vega ha dicho que en los meses de su Presidencia de turno en la Unión Europea, España será el centro desde el que llevar a todo el planeta el calor humano de la justicia y de la dignidad, porque, ha reiterado, es imposible pensar en un nuevo mundo sin contar con las mujeres.
Y, ha apostillado, que no puede haber un mundo más justo, más estable y más equitativo sin la mitad de la población mundial. Es insostenible hablar de extensión de derechos, de avance de la libertad, sino es avanzando en la igualdad efectiva y real, ha sentenciado.
Fernández De la Vega ha asegurado que el avance en la justicia de género ha sido una de las líneas del Gobierno central en estos años y seguirá siéndolo a pesar de la crisis, frente a la actitud de quien considera que se debe relegar, una vez más, a un segundo plano el compromiso social.
En este sentido, se ha mostrado convencida de que quien habla así no ha entendido el mundo actual, ni ha extraído ni una sola conclusión de la crisis, que ha opinado que no se ha generado por el compromiso con los demás, sino todo lo contrario, por el allá cada cual.
La vicepresidenta ha afirmado que los errores que se han localizado tras la crisis deben ser superados con la nueva geografía económica global que diseñan todos los países del mundo, algo que ha destacado porque ha ocurrido muy pocas veces, quizá nunca.
Además, ante esta situación, ha insistido en abrir la puerta a la igualdad y la justicia social, porque el 70 por ciento de los 1.300 millones de personas que aún viven bajo el umbral de la pobreza son mujeres, dos de cada tres personas analfabetas del mundo son mujeres y una de cada tres han sufrido agresiones o maltrato.
Y la vicepresidenta primera del Gobierno ha propuesto que todo esto se lleve a cabo con la lección que las mujeres han aprendido en los años que llevan luchando por la igualdad: que se utilice la palabra más que la agresión y las sugerencias más que la imposición.
Para llevar a cabo estos objetivos, la vicepresidenta primera del Gobierno ha resaltado iniciativas como la exposición Planeta Mujer, que podrá verse hasta el 24 de abril en el Palacete del Embarcadero, de Santander, y posteriormente recorrerá varias comunidades autónomas.
Tenemos que lanzar un grito de protesta e indignación contra las injusticias del mundo, ha pedido a los presentes Miguel Angel Revilla, quien ha hecho especial énfasis en acabar con la discriminación de género, porque es lo más brutal y lo más rechazable.
Si hay algunas puertas que se cierran tras nosotros, hay muchas otras que están por abrir y una de esas puertas, de entrada al nuevo milenio, es sin duda alguna la igualdad, ha apostillado Fernández de la Vega, acompañada por el presidente de Cantabria, Miguel Angel Revilla, y la vicepresidenta regional, Lola Gorostiaga.
Fernández de la Vega ha dicho que en los meses de su Presidencia de turno en la Unión Europea, España será el centro desde el que llevar a todo el planeta el calor humano de la justicia y de la dignidad, porque, ha reiterado, es imposible pensar en un nuevo mundo sin contar con las mujeres.
Y, ha apostillado, que no puede haber un mundo más justo, más estable y más equitativo sin la mitad de la población mundial. Es insostenible hablar de extensión de derechos, de avance de la libertad, sino es avanzando en la igualdad efectiva y real, ha sentenciado.
Fernández De la Vega ha asegurado que el avance en la justicia de género ha sido una de las líneas del Gobierno central en estos años y seguirá siéndolo a pesar de la crisis, frente a la actitud de quien considera que se debe relegar, una vez más, a un segundo plano el compromiso social.
En este sentido, se ha mostrado convencida de que quien habla así no ha entendido el mundo actual, ni ha extraído ni una sola conclusión de la crisis, que ha opinado que no se ha generado por el compromiso con los demás, sino todo lo contrario, por el allá cada cual.
La vicepresidenta ha afirmado que los errores que se han localizado tras la crisis deben ser superados con la nueva geografía económica global que diseñan todos los países del mundo, algo que ha destacado porque ha ocurrido muy pocas veces, quizá nunca.
Además, ante esta situación, ha insistido en abrir la puerta a la igualdad y la justicia social, porque el 70 por ciento de los 1.300 millones de personas que aún viven bajo el umbral de la pobreza son mujeres, dos de cada tres personas analfabetas del mundo son mujeres y una de cada tres han sufrido agresiones o maltrato.
Y la vicepresidenta primera del Gobierno ha propuesto que todo esto se lleve a cabo con la lección que las mujeres han aprendido en los años que llevan luchando por la igualdad: que se utilice la palabra más que la agresión y las sugerencias más que la imposición.
Para llevar a cabo estos objetivos, la vicepresidenta primera del Gobierno ha resaltado iniciativas como la exposición Planeta Mujer, que podrá verse hasta el 24 de abril en el Palacete del Embarcadero, de Santander, y posteriormente recorrerá varias comunidades autónomas.
Tenemos que lanzar un grito de protesta e indignación contra las injusticias del mundo, ha pedido a los presentes Miguel Angel Revilla, quien ha hecho especial énfasis en acabar con la discriminación de género, porque es lo más brutal y lo más rechazable.
