Zapatero afirma que en Irak encalló el proyecto 'ultraconservador' de Aznar, basado en servir al fuerte

Zapatero.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró ayer que el envío de tropas a la guerra de Irak supuso 'la culminación' del proyecto 'ultraconservador' de su antecesor, José María Aznar. Así, según el líder de los socialistas, con esta decisión 'encalló todo intento de proyecto' de situar a España 'como un país cuyo destino más feliz sería sometido al más fuerte'.
En cuanto a la situación de la política actual, Zapatero explicó que no tiene claro si sería mejor tener una extrema derecha en nuestro país, a que no exista por la posición del PP.

El jefe del Ejecutivo realiza estas declaraciones en un libro titulado 'Retrato de un presidente', escrito por el periodista gallego Suso de Toro, en el que Zapatero y algunos de sus colaboradores más cercanos hablan sobre distintos temas. Entre ellos, el dirigente socialista se refiere a la decisión tomada por Aznar de enviar tropas españolas a Irak, una medida que según el actual presidente del Gobierno 'es la culminación de ese proyecto ultraconservador y en el fondo complejo de lo que España representa'.

'Ahí culmina, ahí encalla, todo un intento de proyecto de situarnos como un país con ese pensamiento ultraconservador, como un país cuyo destino más feliz sería el estar sometido al más fuerte', recalca Zapatero.

Otro de los temas que trata durante el libro es la política actual y se analiza al principal partido de la oposición. En este sentido, Zapatero considera que la derecha española 'tiene que refundarse cultural e ideológicamente' y que en España hace falta una derecha liberal, aunque, dice, la ventaja es que 'con este PP no hay extrema derecha'. Sin embargo afirma no tener muy claro si es mejor tener una extrema derecha o que no exista por la posición del PP. 'Todos los países tienen hoy una extrema derecha. Cuando con este PP tenemos una derecha muy derecha pero no hay extrema derecha. ¿Cuál es la mejor opción?. No lo sé, no lo tengo muy claro', afirmó.

De este modo, el jefe del Ejecutivo explica que la resistencia 'tan inútil como activa de la derecha más dura' se debe a que se ha dado cuenta de que el Gobierno tiene 'un proyecto de alcance en valores culturales, y por tanto ideológicos, que puede definir la identidad social, histórica, de la España moderna por mucho tiempo'.

PRENSA CONSERVADORA: 'SE CREEN MUY LISTOS'

El líder del PSOE sostiene que 'la prensa en España está absolutamente politizada' y 'forma parte del escenario del combate político', porque 'más que observadores o narradores del combate político', son actores y además principales. 'Hay una mayoría de prensa conservadora. Pero se creen muy listos, porque tienen en sus manos el escribir todos los días periódicos, que luego cuando pierden las elecciones nunca hacen autocrítica', afirma.

Por otra parte, indica que el 'desembarco de la Iglesia en la lucha política es un rasgo de nuestra vida social', porque están 'obsesionados con lo que ellos llaman el proceso de secularización de la vida social española y les inquieta mucho el efecto que esto puede tener en Iberoamérica'. 'También hay una identificación que hacen entre ellos y España. Todo el llamado Movimiento Nacional se fundamente en el nacional catolicismo. Hay un ensayo, Mater Dolorosa, una magnífica narración de Alvarez Junco que cuenta muy bien esas cosas', añade.

TREGUA DE ETA

En el caso del proceso de diálogo con ETA, el jefe del Ejecutivo despachó en muy pocas líneas el tema, indicando que la banda terrorista 'es la única rémora que tenemos, que tiene este país'. 'Es pronto para extraer las consecuencias, las lecciones del diálogo con ETA. Pero no hemos prolongado su existencia, no la hemos prolongado'. Además, indica que tiene verdadera obsesión por la paz, que es el fundamento de la política. 'Si no hay paz no hay política, no hay convivencia. Va mucho en mi carácter también', explica.

Por su parte, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, explica en el libro que Zapatero vivió el atentado de la T-4 con un 'gran desgarro personal'. 'Se le notaba. Como si le hubiesen arrancado una parte del cuerpo. Fueron los muertos. Fue el atentado, pero sobre todo las víctimas. La decepción y la desesperanza, claro, pero en aquellos momentos es que te sobrecogen tanto las víctimas', dice la vicepresidenta.

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