Un total de 251 personas solicitaron una de las 30 viviendas sociales del barrio de Recimil, conocidas como 'casas baratas', que el Ayuntamiento de Ferrol concederá en régimen de alquiler para solucionar problemas de carácter social. El barrio de Recimil, con más de un millar de viviendas, es completamente de propiedad municipal. El Reglamento que regía el uso de las viviendas procedía del año 1956, por lo que el gobierno local elaboró una nueva normativa que establece los criterios que permiten utilizar las casas que estén vacías para usos sociales.
En el plazo de presentación de solicitudes, que se mantuvo abierto durante un mes, el Ayuntamiento ferrolano recibió 251 peticiones. Los demandantes tienen que cumplir dos requisitos básicos: no superar en 1,5 veces el Iprem (527 euros) y haber estado empadronados durante un mínimo de tres años en la ciudad de Ferrol.
Tras recibir las solicitudes, una Comisión Técnica evaluará a partir del 10 de enero la distinta documentación recibida. Las solicitudes que cumplan los requisitos establecidos pero que no sean seleccionadas, pasarán a formar parte de una lista de espera.
'En el Ayuntamiento, en caso de que alguien necesitase de forma urgente una vivienda, se le pagaba un alquiler o una pensión, aunque se disponía de pisos vacíos que ocupaban personas que no les correspondía, y esto era un contrasentido que costaba mucho dinero', ha afirmado la concejal de Asuntos Sociales, María López.
De forma paralela, se iniciará el trabajo de acondicionamiento de las viviendas que están vacías y que varía en función de su estado de conservación. En algunos casos, solo resulta necesario pintarlas, mientras que en otros el Ayuntamiento de la ciudad departamental tendrá que encargar una renovación casi integral.
Tras recibir las solicitudes, una Comisión Técnica evaluará a partir del 10 de enero la distinta documentación recibida. Las solicitudes que cumplan los requisitos establecidos pero que no sean seleccionadas, pasarán a formar parte de una lista de espera.
'En el Ayuntamiento, en caso de que alguien necesitase de forma urgente una vivienda, se le pagaba un alquiler o una pensión, aunque se disponía de pisos vacíos que ocupaban personas que no les correspondía, y esto era un contrasentido que costaba mucho dinero', ha afirmado la concejal de Asuntos Sociales, María López.
De forma paralela, se iniciará el trabajo de acondicionamiento de las viviendas que están vacías y que varía en función de su estado de conservación. En algunos casos, solo resulta necesario pintarlas, mientras que en otros el Ayuntamiento de la ciudad departamental tendrá que encargar una renovación casi integral.
