Un importante despliegue policial custodió el inicio del traslado del barco desde Beiramar hasta la rotonda
El "Bernardo Alfageme" comenzó anoche a recorrer el camino hacia su destino final envuelto en la polémica que rodea al viejo pesquero desde que el alcalde tomó la decisión de llevar el histórico pesquero a la rotonda de Coia para que quedara instalado allí. Primero fue el pleno el que se opuso y más tarde un grupo del barrio, que montó guardia durante unos días en las obras en la glorieta hasta que fueron desalojados. Finalmente, ayer por la mañana se puso en marcha la operación con el traslado del barco desde el astillero Cardama, donde llevaba años, hasta Beiramar, remolcado. Luego, ya de noche, tras colocar el buque en el transporte especial, camino hasta Coia. Antes, desde las siete de la tarde comenzaron a llegar vecinos convocados a la protesta en Beiramar, que se mantuvo activa durante horas. Habría en el mejor momento unas 200 personas, entre ellas concejales del BNG (Xabier Alonso) y su actual candidato, Serafín Otero. Por parte de Esquerda Unida, otra importante delegación, con su candidato a la cabeza , Rubén Pérez. EU también remitió un comunicado señalando al "empecinamiento del alcalde" que sólo puede ser entendido "desde la prepotencia".
Enfrente de los manifestantes -que corearon sus clásicos cantos y reclamaron que el dinero del transporte y la instalación se destinara a usos sociales- se desplegó un importante despliegue policial intimidatorio. Incluía hasta seis furgonetas antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía, otras tres patrullas y cuatro motos de la guardia municipal. Y además, cámaras analizando la situación y los actos de los protagonistas.
La noche se hizo muy larga pero los manifestantes aseguraron que continuarían adelante hasta el final para trata de evitar que el barco llegara a la rotonda, lo que parecía misión imposible ante la desproporción de fuerzas y una decisión firme sin vuelta atrás. n
