Cada comunidad autónoma decidirá cuánto sube las tasas para matricularse en universidades públicas el próximo curso, insistió el ministro de Educación, José Ignacio Wert, quien subrayó que lo 'razonable' sería conocer los nuevos precios en julio. El titular de Educación, Cultura y Deporte, presidió ayer la Conferencia General de Política Universitaria, reunió en Madrid a los responsables ministeriales y autonómicos de universidad, para volver a tratar sobre aplicación de los nuevos precios de las matrículas a partir del curso 2012-13.
Tras la reunión, que duró dos horas, el conselleiro de Educación, Xesús Vázquez, dijo que 'Galicia va a optar por fijar el punto más bajo' posible, por lo que 'la primera matrícula permanecerá prácticamente invariable', señaló, mientras que en los casos de la segunda, tercera y cuarta, en casos de suspenso, Galicia podrá 'fijar' la 'parte más baja' de la horquilla que presentó el ministerio. 'Hoy por hoy tenemos amplio margen de maniobra las comunidades para fijar ese 15%', según indicó el conselleiro de Educación.
El ministro insistió en que cada comunidad decidirá cuánto sube las tasas de matrícula y en qué 'punto de la horquilla' de sitúa, de acuerdo con el decreto de racionalización del gasto educativo recientemente aprobado por el Gobierno y convalidado en las Cortes.
En el caso de las carreras y de los máster obligatorios para ejercer determinadas profesiones, los alumnos deberán abonar entre el 15 y el 25 por ciento del coste real de los estudios, con incrementos mucho mayores para los alumnos que sean repetidores.
Wert explicó en rueda de prensa que cada comunidad autónoma deberá calcular cuánto le cuesta prestar este servicio y decidir en qué punto de esa horquilla se sitúa, y reconoció que 'no sería de extrañar' que se produjeran diferencias entre las distintas comunidades en esos precios, diferencias que, observó, existen ya en la actualidad.
La mayoría de responsables autonómicos no concretaron a la salida el incremento de las tasas, a excepción de Castilla y León que ha anunciado una subida de entre 200 y 400 euros lo que se traduciría en una recaudación de entre doce y trece millones de euros. En otros casos como el de Andalucía y Aragón estas tasas previsiblemente tendrán como tope la subida del IPC.
En los últimos años, el acuerdo entre las partes era que las tasas subieran cada curso el incremento del IPC interanual de marzo y hasta cuatro puntos más, según decidiera cada comunidad.
El incremento podría significar que el alumnado tenga que asumir más del 15 por ciento que, como media, viene pagando del coste real de las titulaciones de grado y, en consecuencia, bajaría la aportación que hacen las administraciones públicas a esta universidades.
El ministro insistió en que cada comunidad decidirá cuánto sube las tasas de matrícula y en qué 'punto de la horquilla' de sitúa, de acuerdo con el decreto de racionalización del gasto educativo recientemente aprobado por el Gobierno y convalidado en las Cortes.
En el caso de las carreras y de los máster obligatorios para ejercer determinadas profesiones, los alumnos deberán abonar entre el 15 y el 25 por ciento del coste real de los estudios, con incrementos mucho mayores para los alumnos que sean repetidores.
Wert explicó en rueda de prensa que cada comunidad autónoma deberá calcular cuánto le cuesta prestar este servicio y decidir en qué punto de esa horquilla se sitúa, y reconoció que 'no sería de extrañar' que se produjeran diferencias entre las distintas comunidades en esos precios, diferencias que, observó, existen ya en la actualidad.
La mayoría de responsables autonómicos no concretaron a la salida el incremento de las tasas, a excepción de Castilla y León que ha anunciado una subida de entre 200 y 400 euros lo que se traduciría en una recaudación de entre doce y trece millones de euros. En otros casos como el de Andalucía y Aragón estas tasas previsiblemente tendrán como tope la subida del IPC.
En los últimos años, el acuerdo entre las partes era que las tasas subieran cada curso el incremento del IPC interanual de marzo y hasta cuatro puntos más, según decidiera cada comunidad.
El incremento podría significar que el alumnado tenga que asumir más del 15 por ciento que, como media, viene pagando del coste real de las titulaciones de grado y, en consecuencia, bajaría la aportación que hacen las administraciones públicas a esta universidades.
