Los dos psiquiatras que entrevistaron a Javier Estrada, autor confeso del asesinato en A Coruña de los mellizos de 10 años Adrián y Alejandro el 21 de agosto de 2011, coincidieron ayer en que tiene un 'retraso mental leve'. En la cuarta sesión del juicio por este crimen, celebrada ayer en la Audiencia de A Coruña, los psiquiatras declararon que Javier Estrada tiene un coeficiente intelectual de 60 según el test Wechsler, lo que implica que padece de un retraso mental leve, que en esta prueba se sitúa entre los 50 y 69. 'Aproximadamente es una edad mental de entre nueve y doce años' declaró uno de los facultativos.
Esto contradice lo sostenido por las médicas forenses que declararon en la sesión anterior, el pasado jueves, y aseguraron que Javier Estrada no tiene retraso mental, sino 'una inteligencia limite'. Los psiquiatras ayer, al ser preguntados por la defensa, replicaron a esto que 'alguien que está en el 60, está lejos de la inteligencia limite'.
También contradijeron a las médicas forenses que habían apreciado 'rasgos paranoides', cuando coincidieron en señalar que 'no tiene rasgos paranoides, (sino que) padece un trastorno paranoide'. Asimismo, aclararon que el acusado muestra un 'carácter rumiativo', que no abandona una idea, y un 'cuadro de distimia', un trastorno depresivo crónico.
A preguntas de la defensa, efectuada por la abogada Lidia Rama, los especialistas concluyeron que Javier estrada padece patologías psiquiátricas que influyen en su 'impulsividad' y conducta.
También testificó ayer la que fue pediatra de los niños desde su nacimiento, que los veía 'con regularidad' y afirmó que 'nunca mostraron signos de maltrato, ni físico ni psicológico'. Al igual que amigos y compañeros de trabajo que prestaron ayer declaración, la pediatra señaló que Mar era una madre 'preocupada por sus hijos'. Todos ellos coincidieron en que los menores nunca mostraron señal alguna de haber sido maltratados.
TRATABA MAL A LOS NIÑOS
Sólo uno de los testigos, Inmaculada Vázquez, amiga de la infancia de la madre de los mellizos hizo referencias a que los pequeños hubiesen sido maltratados. Vázquez dijo que en más de una ocasión había advertido a Mar de que Javier Estrada 'trataba mal a los niños y ellos le tenían miedo' y que había oído a Javier en una ocasión decir 'que no quería a los niños por que no eran suyos'.
El juicio hubo de ser suspendido y la sala desalojada por la mañana durante unos diez minutos ante el estado de nerviosismo y los lloros descontrolados del acusado, a petición de su abogada, para reanudarse luego con normalidad.
El autor confeso del crimen se enfrenta a penas que suman 50 años de prisión por dos delitos de asesinato y otro de malos tratos psíquicos y físicos a los menores. Mientras, para la madre de las dos menores, se piden penas de 11 años por un delito de maltrato y por omisión de su deber de garantizar la seguridad de los menores. El juicio está previsto que termine este miércoles.
También contradijeron a las médicas forenses que habían apreciado 'rasgos paranoides', cuando coincidieron en señalar que 'no tiene rasgos paranoides, (sino que) padece un trastorno paranoide'. Asimismo, aclararon que el acusado muestra un 'carácter rumiativo', que no abandona una idea, y un 'cuadro de distimia', un trastorno depresivo crónico.
A preguntas de la defensa, efectuada por la abogada Lidia Rama, los especialistas concluyeron que Javier estrada padece patologías psiquiátricas que influyen en su 'impulsividad' y conducta.
También testificó ayer la que fue pediatra de los niños desde su nacimiento, que los veía 'con regularidad' y afirmó que 'nunca mostraron signos de maltrato, ni físico ni psicológico'. Al igual que amigos y compañeros de trabajo que prestaron ayer declaración, la pediatra señaló que Mar era una madre 'preocupada por sus hijos'. Todos ellos coincidieron en que los menores nunca mostraron señal alguna de haber sido maltratados.
TRATABA MAL A LOS NIÑOS
Sólo uno de los testigos, Inmaculada Vázquez, amiga de la infancia de la madre de los mellizos hizo referencias a que los pequeños hubiesen sido maltratados. Vázquez dijo que en más de una ocasión había advertido a Mar de que Javier Estrada 'trataba mal a los niños y ellos le tenían miedo' y que había oído a Javier en una ocasión decir 'que no quería a los niños por que no eran suyos'.
El juicio hubo de ser suspendido y la sala desalojada por la mañana durante unos diez minutos ante el estado de nerviosismo y los lloros descontrolados del acusado, a petición de su abogada, para reanudarse luego con normalidad.
El autor confeso del crimen se enfrenta a penas que suman 50 años de prisión por dos delitos de asesinato y otro de malos tratos psíquicos y físicos a los menores. Mientras, para la madre de las dos menores, se piden penas de 11 años por un delito de maltrato y por omisión de su deber de garantizar la seguridad de los menores. El juicio está previsto que termine este miércoles.
