El profesor Ángel Vilariño Sanza recriminó las 'enormes, horribles y desproporcionadas' remuneraciones de los directivos

Batería de recetas y exculpación en la comisión de las cajas de ahorros

José Ramón Fernández Antonio, ante la comisión parlamentaria. (Foto: MIGUEL TOÑA)
Sin la documentación decisiva que el Banco de España, la CNMV, la Comisión Europea y NCG Banco se negaron a remitir al Parlamento de Galicia merced a la confidencialidad, la comisión de investigación sobre la fusión y posterior desaparición de las cajas de ahorro estuvo capitalizada por la exculpación de los comparecientes y una batería de recetas. Ángel Vilariño, consultor financiero, profesor del departamento de Economía Aplicada y exdirectivo de Caja Madrid, el primero en intervenir, focalizó el problema de gestión de las extintas Caixa Galicia y Caixanova en la 'alta dirección' y en sus prácticas.
En su opinión, si la crisis hubiera afectado por igual a las cajas se podría decir que el problema era su naturaleza jurídica, la falta de capital... pero cuando los resultados son desiguales, hay causas que no se deben a la 'buena o mala suerte' porque si fuese así, '¿qué sentido tiene que haya gestores?', se preguntó. Eludió señalar a un responsable, pero sí advirtió de que el Banco de España hizo 'una vez más' una 'supervisión forense y no preventiva', pese a que algunos sectores decían que 'estábamos en una situación explosiva'.

Autor de 'Turbulencias financieras y riesgos de mercado' y 'Sistema financiero español', subrayó que no hubo 'una regulación prudencial' y recriminó las 'enormes, horribles y desproporcionadas' remuneraciones de los directivos.


FERNÁNDEZ ANTONIO

El que fuera conselleiro de Economía e Facenda de la Xunta entre 2005 y 2009 bajo la presidencia del socialista Emilio Pérez Touriño, José Ramón Fernández Antonio, fue el encargado de abrir el turno de tarde con un anuncio: el Banco de España nunca le planteó preocupación alguna sobre la solvencia de las cajas de ahorro. Durante su mandato, ambas, incidió, presentaron 'todos los años' unos coeficientes de solvencia superiores a los exigidos por la normativa reguladora, como reflejaron también las cuentas auditadas y aprobadas por los órganos competentes al cierre del ejercicio de 2008.

Defendió que la Xunta no participase en la comisión de control de las cajas, en la que el Ejecutivo dejó vacante el puesto al que podía acceder, porque las cajas competían con otras entidades, de modo que, bajo su criterio, una 'interferencia política' podría ser 'distorsionadora del mercado' e incluso contraria a la normativa europea.

Eugenio García Lalinde, director xeral de Política Financiera y Tesoro con ese gobierno coaligado de PSdeG y BNG, cerró la jornada con una recriminación dirigida a las auditorías porque 'tenemos muchos ejemplos en la historia financiera contemporánea de poca eficiencia. Es un poco como las sociedades de rating... Pero es lo que tenemos'. Ni Deloitte, en el caso de Caixanova, ni Price Waterhouse, en el de Caixa Galicia, pusieron 'ninguna tacha ni comentario a los balances', como tampoco hizo observaciones el Banco de España: 'No había ningún tema de solvencia ni de liquidez' sobre la mesa, dijo.

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