El juez decreta dos años para cada uno, por lo que no ingresarán en prisión

A la calle los condenados por el narcosubmarino

Uno de los acusados de fabricar un submarino para introducir droga sale del juzgado.
El juez de la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra con sede en Vigo impuso ayer penas de dos años de cárcel para cada uno de los seis procesados por el intento de introducir cocaína en la ría de Vigo en agosto de 2006 a bordo de un submarino de fabricación casera. Los otros dos detenidos por el caso siguen en paradero desconocido y declarados en rebeldía tras conseguir huir de las fuerzas de seguridad.
El instructor del caso, José Carlos Montero, solo apreció la circunstancia de agravante en uno de los supuestos cabecillas del clan, Tomás Bengoechea, no así en Francisco Omil, que cumplió una condena de 10 años en el marco de la Operación Nécora, ni en José Jesús Iglesias.

El fiscal antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte, solicitaba en su escrito penas de 121 años, pero finalmento rebajó la petición a 20 años de condena por la última reforma del Código Penal.

Finalmente, el juez condenó a los seis encausados a dos años de cárcel cada uno (por lo que no tendrían que entrar en prisión) como autores de un delito contra la salud pública en su modalidad de tráfico de sustancias que causan grave daño a la salud de las personas.

Los dos detenidos huidos son Juan Carlos G., el conductor del sumergible que, según el fiscal, lo dejó abandonado en medio de la ría presa del pánico al dudar de su flotabilidad, y el intermediario venezolano Ángel David Ríos.

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