Las marcas blancas han encontrado en la crisis económica el escenario propicio para ocupar lugares preferentes en los lineales de los supermercados y ganar presencia en la lista de la compra de muchas familias gallegas. El precio es el factor determ

La cesta de la compra se pone al día

Distintos productos en los lineales de un supermercado. En Galicia avanza el nuevo concepto de espacios a los que no sólo acudir a hacer la compra.  (Foto: X)
Hasta ahora tenían que acudir a ferias especializadas o pequeños establecimientos que salpican los callejeros de las principales ciudades gallegas, pero los consumidores ecológicos ganan terreno y superficie. El primer y único supermercado verde de Galicia abría sus puertas hace algo más de dos meses en el centro de A Coruña: más de 400 metros cuadrados y cerca de tres mil referencias, ecológicas y certificadas, lo convierten en un paraíso para los partidarios de 'un producción diferente'.
La Aldea Biomarket conquista a primera vista. Rompe moldes y se diferencia de los supermercados convencionales, tanto en el continente como en el contenido. Una decoración cuidada y una distribución de los productos milímetrada, con lineales en los que se impone la madera, ofrecen cercanía y confianza. Unos pasillos espaciosos conducen a las diferentes secciones: carnicería, frutería, tienda, bodega, limpieza, cosmética, librería y hasta cafetería con comidas preparadas y cabina de masaje.


UN NUEVO CONCEPTO

'Es un concepto de supermercado nuevo en Galicia, pero ya muy extendido en otros países y también en otras comunidades como Madrid y Cataluña, al que hemos añadido algunos rasgos innovadores, y es que además de poder hacer una compra íntegra ecológica, también se puede tomar un café o una infusión, mientras se compra o tranquilamente leyendo un libro o navegando por internet, llevarse a casa la comida ya hecha o tomársela allí mismo, e incluso si se ha tenido un mal día darse un masaje relajante', explica Rita Peña, copropietaria del establecimiento. 'Y todo en un ambiente muy agradable y acogedor, lejos de los fríos y típicos supermercados'.

Rita y Oscar encontraron en este local de la Avenida Finisterre, que hasta hace poco ocupaba el Opencor, el espacio para darle forma a una ilusión compartida. 'Es un supermercado en el que prima la salud y el medio ambiente, potenciando el consumo de productos ecológicos, hasta ahora muy difíciles de encontrar, que prima el desarrollo rural y potenciando el consumo de productos gallegos', explican. 'Entre las casi 3.000 referencias con las que contamos, un importante número de ellas son de productos ecológicos gallegos: de carnicería, de frutería, un elevado número de productos elaborados, y hasta de cosmética'.

Galletas, bollería, cafés, infusiones, vinos, licores, refrescos, minerales, cervezas, zumos, mermeladas, frutería, verdura, productos de limpieza del hogar, pastas, arroces, conservas, legumbres, lácteos, leches, quesos, yogures, cosmética natural y diferentes productos para la higiene personal. La oferta es tan amplia, que incluso pueden adquirirse libros de cocina con las mejores recetas ecológicas.

'Resulta una paradoja decir que hasta ahora era muy difícil encontrar productos ecológicos cuando España es uno de los mayores productores de productos ecológicos, y es que hasta ahora el 80% de esa producción se está yendo fuera, al resto de países europeos principalmente', explica Rita. 'Sin una red de distribución apropiada los productores se ven obligados a exportar toda su producción y los consumidores a hacer lo imposible para conseguirlos o lo que es peor, a resignarse a productos de menor calidad', dice.


ECOLOGÍA Y CALIDAD

'En comunidades como Madrid y Cataluña -señala Rita- están consiguiendo superar esta circunstancia gracias a la aparición de supermercados ecológicos como el nuestro'.

La apertura de este supermercado quiere ser una llamada de atención para quienes apuestan por la producción ecológica. Las ventas aumentan cada año entre el 5% y el 7%, pero las firmas con capacidad exportadora a países del norte de Europa pueden elevar esa cifra hasta el 10% y acercase a la media española. Galicia, pese a ser una de las principales productoras de alimentos ecológicos, tiene que acudir a mercados foráneos para dar salida a la mercancía.

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