El comité de empresa de Povisa someterá a votación el jueves la convocatoria de una huelga indefinida tras concluir ayer sin acuerdo las negociaciones sobre las condiciones laborales de 67 trabajadores y los 13 despidos planteados por la dirección.
La presidenta del comité, María Jesús Neira, ha denunciado en rueda de prensa la actitud "incongruente" de la dirección de la clínica, que acabó por proponer que los despidos se anulaban si los otros trabajadores se avenían a la flexibilidad horaria planteada.
Neira ha argumentado que, en el marco las negociaciones, el comité "decidía por toda la plantilla, no solo por los 67 trabajadores" para quienes Povisa propone modificaciones horarias, y en caso de aceptar habría sido "entrarle -a la empresa- al juego de lo que no pudo hacer por convenio".
En cuanto a los trece despidos, todos con "contratos Sergas", ha dicho que una trabajadora que no figuraba en la lista recibió la carta correspondiente, y que la empresa abocaba a estos empleados a unas condiciones "muy precarias" si finalmente los mantenía en nómina.
Además, ha prevenido de que la próxima semana podría haber más cartas de despido dentro de la estrategia de "chantaje" de la dirección, con el objetivo de desprenderse "poco a poco" de todos los trabajadores con contratos Sergas.
La presidenta del comité de Povisa ha recalcado que si se cumpliese la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que anulaba la reducción de jornada de un centenar de empleados, "no podrían seguir haciendo nada de esto; es más, tendrían que contratar a más personal".
Por ello, ha concluido que tanto Inspección de Trabajo como los juzgados, la Consellería de Sanidad, la Xunta, y el Sergas "están bajo el mandato de este hospital".
