El vecino de Dozón M.G.C. fue condenado a 12 años de prisión y al pago de una indemnización de 12.000 euros por agredir sexualmente a una vecina de 26 años que 'padece un retraso mental moderado y tiene reconocida una minusvalía del 74%'.
La sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra también condenó al procesado a indemnizar a la víctima con 12.000 euros por los daños morales ocasionados por la agresión sexual.
Según consideró probado el tribunal, el condenado se presentó en el domicilio de su vecina aprovechando que sus padres estaban faenando en el campo. Tras cerrar con llave la puerta de la casa, la llevó a la habitación de sus padres, la amordazó y la violó con penetración, poniendo antes un preservativo. Los hechos fueron juzgados en noviembre en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial en un juicio en el que el fiscal jefe de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, contextualizó los hechos como el 'lado más oscuro de la sociedad', un entorno familiar en el que hay cierto retraso físico, psíquico y cultural, y 'la realidad social de unas personas desvalidas que son las más propensas a sufrir este tipo de situaciones'.
La madre que en un principio desistió de presentar denuncia alegando que su hija padecía una discapacidad, finalmente la interpuso al temer que estas visitas 'se fueran a convertir en una costumbre'.
Según consideró probado el tribunal, el condenado se presentó en el domicilio de su vecina aprovechando que sus padres estaban faenando en el campo. Tras cerrar con llave la puerta de la casa, la llevó a la habitación de sus padres, la amordazó y la violó con penetración, poniendo antes un preservativo. Los hechos fueron juzgados en noviembre en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial en un juicio en el que el fiscal jefe de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, contextualizó los hechos como el 'lado más oscuro de la sociedad', un entorno familiar en el que hay cierto retraso físico, psíquico y cultural, y 'la realidad social de unas personas desvalidas que son las más propensas a sufrir este tipo de situaciones'.
La madre que en un principio desistió de presentar denuncia alegando que su hija padecía una discapacidad, finalmente la interpuso al temer que estas visitas 'se fueran a convertir en una costumbre'.
