La Audiencia Provincial de Pontevedra condenó al vecino de Cangas Víctor Parcero Rodríguez a la pena de 17 años de prisión, por el asesinato de una ciudadana china, Xiannu Tu, propietaria de un bazar oriental ubicado en la localidad pontevedresa de Moaña.
El tribunal consideró probado que cuando la mujer se encontraba de espaldas mostrándole los artículos de venta, el acusado 'la sujetó rápidamente desde atrás para que no pudiera moverse o pedir ayuda, y con el firme propósito de quitarle la vida le clavó en el cuello un cuchillo que había cogido de un expositor de la tienda'.
Posteriormente, el hombre se dirigió al cuartel de la Guardia Civil de Moaña, donde aún manchado de sangre confesó al agente que prestaba servicio en la puerta que acababa de matar a una china.
La sentencia recoge también la condena de tres años de prisión por un delito de lesiones, ya que el procesado agredió a la hija de la víctima, que se encontraba también en la tienda. Aunque fiscal y acusación particular consideraron que la intención del acusado era matar a la joven y lo acusaron de un delito de homicidio en grado de tentativa, finalmente la sala consideró que 'no existen pruebas suficientes de la intención de causar la muerte'.
En materia de responsabilidad civil, la sentencia establece que el condenado deberá indemnizar con 100.000 euros al esposo de la víctima, 40.000 euros al hijo menor y 18.000 euros a cada una de las otras dos hijas.
Posteriormente, el hombre se dirigió al cuartel de la Guardia Civil de Moaña, donde aún manchado de sangre confesó al agente que prestaba servicio en la puerta que acababa de matar a una china.
La sentencia recoge también la condena de tres años de prisión por un delito de lesiones, ya que el procesado agredió a la hija de la víctima, que se encontraba también en la tienda. Aunque fiscal y acusación particular consideraron que la intención del acusado era matar a la joven y lo acusaron de un delito de homicidio en grado de tentativa, finalmente la sala consideró que 'no existen pruebas suficientes de la intención de causar la muerte'.
En materia de responsabilidad civil, la sentencia establece que el condenado deberá indemnizar con 100.000 euros al esposo de la víctima, 40.000 euros al hijo menor y 18.000 euros a cada una de las otras dos hijas.
