El paso subterráneo se abrió pasadas las seis de la tarde con un carril para cada sentido inicialmente, que serán dos cuando abra la bifurcación de O Parrote que lleva hacia el Castillo de San Antón.
La ciudad de A Coruña ha abierto hoy al tráfico un túnel submarino en la fachada de La Marina que evita que los vehículos transiten en superficie junto al puerto.
Un largo año de espera con amplias y habituales retenciones de tráfico ha visto hoy su final con la apertura del túnel de La Marina, que conecta la avenida de Alférez Provisional con María Pita y termina en el Campo da Leña, la antigua plaza de Millán Astray.
Con un carril para cada sentido inicialmente, que serán dos cuando abra la bifurcación de O Parrote que lleva hacia el Castillo de San Antón, el paso subterráneo se abrió pasadas las seis de la tarde.
Ávidos de pasar por el nuevo recorrido, los conductores han tenido que esperar algo más de una hora para acceder al túnel, que advierte con paneles luminosos "Circule con precaución" y "Mantenga la distancia".
Un coche de la Policía Local ha entrado por el Campo da Leña a las 18.03 horas seguido de un Honda Accord de color negro y de una furgoneta de la empresa de telecomunicaciones R, para salir segundos más tarde justo delante del hotel NH Atlántico.
A las 18.04 otro vehículo policial, de nuevo con las luces de emergencia encendidas, ha encabezado la comitiva desde la avenida de Alférez Provisional, seguido por un Peugeot 407 rojo que ha tenido que esperar más de lo debido porque se ha encontrado también en rojo el último semáforo, frente al Kiosco Alfonso.
No han sido pocos los vecinos que han buscado posiciones de privilegio para observar la apertura parcial de la mayor obra de movilidad de la historia de A Coruña.
Desde las 17:00 horas se han ido agolpando en ambas entradas del túnel hasta que el tráfico ha empezado a fluir de manera constante en torno a las 18.10 horas, también por la apertura del desvío de la plaza de Ourense.
Los cambios en la red semafórica han quedado patentes desde minutos antes de la apertura del túnel, pues los dispositivos antes apagados de Alférez Provisional se han encendido a la vez.
No ha pasado desapercibida la caja del radar para controlar la velocidad, limitada a cincuenta kilómetros por hora, instalada justo en la entrada del túnel y señalizada escasos metros antes, a la altura de la calle Entrejardines.
Por el momento no está operativa y por lo tanto la velocidad de los conductores, limitada en varios tramos a treinta y a cuarenta kilómetros por hora, no estará controlada más que por su propia responsabilidad.
Un vial de servicio paralelo, que da acceso a la Diputación de A Coruña y al hotel NH Atlántico, en sentido a la plaza de Ourense, también ha quedado abierto de manera definitiva desde media tarde.
Está previsto que durante esta semana se abran otros 10.000 metros cuadrados peatonales en las inmediaciones que hoy han continuado cerrados, mientras continúan las obras de urbanización, que superan el cincuenta por ciento.
El siguiente paso es la apertura del túnel de O Parrote, que conectará el final del túnel de La Marina con la zona de As Ánimas y no tendrá límite de gálibo, mientras el actual, de María Pita, está limitado a 3,2 metros.
Está previsto que por esta nueva infraestructura se desvíen 30.000 vehículos diarios que antes circulaban en superficie, aunque las calles habituales frente a las galerías de La Marina continúan abiertas hasta que se terminen todas las obras.
