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Cristina Prieto, autora revelación de Ferrol a la que "castigaban sin leer"

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photo_camera La joven escritora ferrolana Cristina Prieto, de solo 21 años, publica su cuarto libro, "Noche de Verano".

La joven con 21 y con "el mismo miedo de la primera vez", la que supone ya su cuarta publicación: 'Noches de verano'

Desde que era muy pequeña, las ideas, los sentimientos y los propósitos de la escritora Cristina Prieto Solano (Ferrol, 1994) fueron el resultado de las experiencias vividas y de las sensaciones que fue notando en ella a través de la multitud de libros que llegaron a sus manos, salvo al ser reprendida "sin leer".

Las letras unidas por un mundo mejor crearon en esta gallega, de forma natural, una pasión extraordinaria por escribir, por llevar al papel las historias que su mente no dejaba de fabricar.

"Cuando mis padres me castigaban, me castigaban sin leer", confiesa en una entrevista, y cuenta que se dispuso a componer su primer libro con 14 años y ahora en su ciudad natal presentó, con 21 y con "el mismo miedo de la primera vez", la que supone ya su cuarta publicación: 'Noches de verano' (Nova Casa Editorial, 2016).

Eva y Leticia son las dos amigas protagonistas de esta historia ubicada temporalmente en el verano de transición entre el instituto y la universidad, el que "se supone que es el mejor verano de tu vida", explica Prieto, y señala que en ese mismo estío, en 2012, fue cuando empezó a escribir el relato que finalmente terminó el pasado año.

Por ello, ha tratado de sacar a la luz "todos esos sentimientos que se empiezan a sentir a esa edad", siendo esta parte, la de las sensibilidades, "la más autobiográfica" y ésta, según apuntó en la presentación uno de sus mejores amigos, el politólogo Adrián González, "se trata de una reflexión sobre ideas que los jóvenes no saben explicar por ellos mismos y, en el fondo, les quitan el sueño".

González menciona, asimismo, la capacidad de la autora ferrolana de "sentirse como cualquiera de sus personajes a la hora de plasmar sus pensamientos", mientras explora en "las dudas e incertidumbres que pueda sentir una mujer en ese momento de su vida".

Antes de hacerlo en 'Noches de verano', Prieto ya había estampado su sello personal en 'La claridad de la sombra' (Neverland Ediciones, 2009), 'Él, ella' (Editorial Seleer, 2012) y 'Almas opuestas' (Ediciones Hades, 2011), escrito a dúo junto a su amiga Irene Castelos.

Estos cuatro ejemplares dan cuenta de su fórmula secreta: "No he parado de escribir en ningún momento", y conforman su máxima de cara a los próximos años de su vida: "Voy a seguir escribiendo toda mi vida, sacaré tiempo de donde sea".

En camino ya se encuentra el que será su quinto libro, todavía sin un título que siempre pone "al final", pero del que, adelanta, será "el más 'moñas' que se leerá en todo el mundo", una historia "súper romántica" y en la que será necesario que el lector "esté de humor" cuando se decida a adentrarse en sus páginas.

En cuanto esté listo, sus primeras lectoras serán una vez más su hermana pequeña, varias amigas aficionadas a sus relatos y, "por supuesto", su madre, que ayer se encargó de vender los ejemplares de 'Noches de verano' entre los asistentes a la presentación que tuvo lugar en la Casa da Muller de Ferrol, el mismo escenario en el que se descubrió la primera publicación de Cristina.

Prieto asegura que desde sus inicios ha sido "inevitable" que haya cambiado su forma de pensar, pues considera que las reflexiones de las personas "siguen evolucionando en todo momento" y opina que "no existe ese instante en el que la forma de pensar sea fija y ya no se cambie bajo ningún concepto".

Y además de sus razonamientos, la joven escritora también ha desarrollado sus aspiraciones profesionales, que la han llevado a estudiar Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid, donde cursa el último año y desde donde espera que su "predilección de ser siempre la delegada de clase" se traslade a "una facción mucho más grande, como la de representar un país en las Naciones Unidas", su otro sueño.

Como epílogo, la ferrolana revela las palabras que suele dedicar a sus lectores: "Espero que el libro te saque unas cuantas sonrisas, te entretenga y, por lo menos, lo disfrutes la mitad de lo que yo lo disfruté escribiendo".

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