La Fundación contra o Narcotráfico rechaza la concesión del tercer grado

Críticas al 'despropósito' de la libertad de Oubiña

La Fundación Galega Contra o Narcotráfico (FGCN) definió como un 'auténtico despropósito' la concesión del tercer grado penitenciario al narcotraficante Laureano Oubiña por parte de la Audiencia Nacional, ya que, subrayó, cuenta con 'millones de euros en multas sin pagar y con dos procesos pendientes por blanqueo de capitales por los que se solicitan catorce años de prisión'.
Por ello, la FGCN lamentó 'profundamente' en un comunicado una resolución que calificó de 'esperada y muy decepcionante', puesto que entiende que 'la justicia debe servir para proteger a los ciudadanos de delincuentes y criminales', una función que, 'con todo el respeto a las decisiones judiciales, no parece quedar clara en algunas resoluciones'.

Para este colectivo, 'no tiene sentido anticipar la libertad de uno de los principales capos del narcotráfico en España', con la 'agravante' de que esta decisión haya sido tomada por el juez de Vigilancia Penitenciaria en un auto en que estima el recurso presentado por el preso contra el acuerdo de Instituciones Penitenciarias por el que se le mantenía el segundo grado y la petición del Ministerio Fiscal de desestimar la demanda de Oubiña.

A juicio de la Fundación, esta decisión 'ilustra muy claramente la necesidad de acabar con la arbitrariedad y el subjetivismo en la concesión de permisos penitenciarios', dado el 'peligro que esto conlleva para la sociedad, especialmente en el caso de los grandes capos de la droga'.


SERVICIOS SOCIALES

En lo relativo a Oubiña, a quien la Audiencia Nacional ordenó prestar servicios sociales a personas desfavorecidas o con problemas de drogodependencia para obtener la libertad condicional, la FGCN recordó también que, si no fuese por 'las rebajas penitenciarias', tendría que cumplir condena hasta 2017, por lo que concluye que no se está 'anticipando siete meses' su excarcelación, sino 'cinco años', e incidió en la necesidad de que aquellos 'capos' del tráfico de drogas que salgan en libertad, como es el caso de Manuel Charlín, quien abandonó la prisión en 2010, no puedan seguir 'disfrutando de enormes patrimonios'.

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