Cuarenta humoristas gallegas plasmaron en un libro su compromiso hacia el medio rural autóctono y el Banco de Terras de Galicia (Bantegal), en una iniciativa dirigida a promover un acercamiento a la normativa que aspira a recuperar la superficie agraria susceptible de ser cultivada de su estado actual de abandono.
El presidente de honor del Museo del Humor, Xaquín Marín, coordinó la obra 'Sorrisos e boa colleita', en la que participaron creadores como Manel Cráneo, David Rubín o Kiko da Silva, entre otros. Según señaló, el humor gallego es parte de la tierra, del campo, de esa población que no estaba afectada por la contaminación. Al marchar a las ciudades, está en peligro de desaparecer, con los Morancos y compañía.
Así lo manifestó en la presentación de la obra, que presidieron, en clave de humor, el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, el conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, y el director xeral de Estruturas e Infraestruturas Agrarias, Xosé Carballido, junto a los autores de 'Sorrisos e boa colleita'.
El humor es el arma de los humildes y su utilización en la política traslada una tremenda contundencia de conceptos, aseguró Quintana en tono distendido, después de aseverar que el Banco de Terras es uno de los mejores proyectos impulsados por el Gobierno gallego en los últimos tres años. ¿Qué mejor manera que un libro para que la gente se acerque a la medida con una sonrisa en la boca?, cuestionó.
El vicepresidente gallego destacó la enorme valentía de la iniciativa al sostener que la propiedad en Galicia es una de esas cuestiones intocables de las que un político podría esperar una revolución. No obstante defendió que la medida potencia la utilización de la tierra con un fin social e instó a los propietarios a colocar su capital en un banco público para obtener una renta supletoria.
En esta línea abogó por emplear la superficie agraria útil para generar empleo y riqueza en momentos difíciles y por un modelo económico bien apartado de las turbulencias de los mercados financieros y bursátiles.
A un año de la puesta en funcionamiento del Bantegal se superaron los objetivos iniciales de lograr la cesión de 500 fincas tras contabilizarse más de 800 fincas y de 7.000 propietarios. Es el momento de que el capital gallego rinda, insistió para añadir que los miedos se disiparon tras la primera fase de impulso, a la que seguirá una segunda de popularización de la medida.
CAMBIO CULTURAL
Por su parte, el titular de Medio Rural apostó por el cambio cultural introducido con el Banco de Terras, que, como señaló, permitirá servir al enriquecimiento colectivo sin la pérdida de la propiedad.
Suárez Canal aseguró que, con esta iniciativa, el Gobierno gallego impulsa un camino de compromiso con el país, en el que todos tienen algo que aportar y, por ello, agradeció el respaldo del ámbito de la Cultura con mayúsculas.
En esta línea justificó la puesta en funcionamiento del Bantegal como mecanismo para poner valor y tierras en producción donde había abandono tras solicitar la implicación social dado que, como apuntó, todos los gallegos tienen vínculos directos, indirectos y circunstanciales con el medio rural. A su juicio, este cambio estructural marcará un antes y un después.
HUMOR Y POLITICA
Xaquín Marín aseguró que una de las características de los gallegos es el sentido del humor, del que consideró que es filosófico y está condicionado por las nubes y el clima, una afirmación que realizó después de citar a Vicente Risco. Decía que tienen humor los países que tienen nubes, apuntó.
En esta línea calificó de virtud que los gallegos den vueltas antes de tomar una decisión por creer que hay que pensar lo que se va a hacer. El humor es totalmente necesario en todas partes, cada vez más, concluyó.
Por su parte, Quintana defendió la vinculación entre humor y política con una anécdota. Según explicó, tras varios años de intentar explicar el concepto de 'cooperación inteligente' entre Galicia y España, una escena cómica en televisión le llevó a pensar que en dos segundos había expuesto esa idea mejor que en 20 discursos. Una persona preguntaba a un catalán y a un vasco por su relación con España, cuestión a la que un gallego finalmente contestó hay días.
Así lo manifestó en la presentación de la obra, que presidieron, en clave de humor, el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, el conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, y el director xeral de Estruturas e Infraestruturas Agrarias, Xosé Carballido, junto a los autores de 'Sorrisos e boa colleita'.
El humor es el arma de los humildes y su utilización en la política traslada una tremenda contundencia de conceptos, aseguró Quintana en tono distendido, después de aseverar que el Banco de Terras es uno de los mejores proyectos impulsados por el Gobierno gallego en los últimos tres años. ¿Qué mejor manera que un libro para que la gente se acerque a la medida con una sonrisa en la boca?, cuestionó.
El vicepresidente gallego destacó la enorme valentía de la iniciativa al sostener que la propiedad en Galicia es una de esas cuestiones intocables de las que un político podría esperar una revolución. No obstante defendió que la medida potencia la utilización de la tierra con un fin social e instó a los propietarios a colocar su capital en un banco público para obtener una renta supletoria.
En esta línea abogó por emplear la superficie agraria útil para generar empleo y riqueza en momentos difíciles y por un modelo económico bien apartado de las turbulencias de los mercados financieros y bursátiles.
A un año de la puesta en funcionamiento del Bantegal se superaron los objetivos iniciales de lograr la cesión de 500 fincas tras contabilizarse más de 800 fincas y de 7.000 propietarios. Es el momento de que el capital gallego rinda, insistió para añadir que los miedos se disiparon tras la primera fase de impulso, a la que seguirá una segunda de popularización de la medida.
CAMBIO CULTURAL
Por su parte, el titular de Medio Rural apostó por el cambio cultural introducido con el Banco de Terras, que, como señaló, permitirá servir al enriquecimiento colectivo sin la pérdida de la propiedad.
Suárez Canal aseguró que, con esta iniciativa, el Gobierno gallego impulsa un camino de compromiso con el país, en el que todos tienen algo que aportar y, por ello, agradeció el respaldo del ámbito de la Cultura con mayúsculas.
En esta línea justificó la puesta en funcionamiento del Bantegal como mecanismo para poner valor y tierras en producción donde había abandono tras solicitar la implicación social dado que, como apuntó, todos los gallegos tienen vínculos directos, indirectos y circunstanciales con el medio rural. A su juicio, este cambio estructural marcará un antes y un después.
HUMOR Y POLITICA
Xaquín Marín aseguró que una de las características de los gallegos es el sentido del humor, del que consideró que es filosófico y está condicionado por las nubes y el clima, una afirmación que realizó después de citar a Vicente Risco. Decía que tienen humor los países que tienen nubes, apuntó.
En esta línea calificó de virtud que los gallegos den vueltas antes de tomar una decisión por creer que hay que pensar lo que se va a hacer. El humor es totalmente necesario en todas partes, cada vez más, concluyó.
Por su parte, Quintana defendió la vinculación entre humor y política con una anécdota. Según explicó, tras varios años de intentar explicar el concepto de 'cooperación inteligente' entre Galicia y España, una escena cómica en televisión le llevó a pensar que en dos segundos había expuesto esa idea mejor que en 20 discursos. Una persona preguntaba a un catalán y a un vasco por su relación con España, cuestión a la que un gallego finalmente contestó hay días.