La ministra Fátima Báñez no se desplazó hasta Santiago, pese a haber asegurado su presencia

La cumbre de la emigración, marcada por las ausencias

Participantes en la reunión del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior. (Foto: VICENTE PERNÍA)
El primer pleno del sexto mandato del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior arrancó con una gran ausencia: la de la ministra Fátima Báñez quien, a pesar de haber asegurado su presencia, finalmente no ha podido acudir por 'problemas de agenda', según comunicó a los consejeros a través de una carta.
Tampoco pudo dar la bienvenida a los miembros del pleno el anfitrión de esta convocatoria; el secretario xeral de Emigración de la Xunta, Santiago Camba, ya que no pudo incorporarse al consejo hasta la tarde.

Hubiese sido el primer encuentro entre la ministra responsable de los asuntos de la emigración y el máximo órgano consultivo de los españoles del exterior, una ocasión única para escuchar en voz de los protagonistas los problemas y necesidades de los emigrantes. Este es un pleno de estreno: de los consejeros que acaban de ser elegidos por los Consejos de Residentes de sus países (caras nuevas se mezclan con rostros veteranos), del presidente del Consejo, y de los representantes del gobierno popular, ya que es la primera vez que este órgano se reúne tras las elecciones generales de noviembre.

La propuesta de la ministra para ocupar el cargo de presidente del Consejo, como sucede con cada nuevo mandato, fue el gallego José Manuel Castelao Bragaña, quien, tras recibir 51 votos a favor, 12 en contra y 6 abstenciones tomó el relevo al socialista Francisco Ruiz, consejero por Suiza.

Castelao Bragaña es ya un viejo conocido del consejo, no en vano fue consejero por Buenos Aires durante muchos años y también presidente en la anterior etapa del gobierno del PP, partido por el que además ha sido diputado en el Parlamento de Galicia. Castelao Bragaña, director gerente de la Fundación Galicia Emigración hasta su cierre (entidad creada por Fraga en 2002 y disuelta por Núñez Feijoo en septiembre de 2010 por considerar que no era 'eficiente'), tomó la palabra para asegurar, entre elogios a Miras Portugal, que 'no estoy enfadado, comprendo los votos en contra porque soy democrático y para eso está la urna'.

Añadió que 'si pudiera saber quien votó en contra y mirarlos directamente a los ojos, les diría que podría haber conseguido su confianza, y eso espero que pase cuando acabe el mandato'.

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