Profesionales de Pediatría estudiaron a 39 pacientes infectados por estos virus, con una edad media de diagnóstico de 8,6 meses
Los enterovirus son los principales causantes del 90% de las meningitis linfocitarias en los niños menores de tres años. Esta es la conclusión fundamental del estudio realizado por un grupo de pediatras del Hospital Álvaro Cunqueiro, dirigido por el jefe del servicio, el doctor Fernández Lorenzo, y que le valió el primer premio a la mejor comunicación en el congreso de la Sociedad de Pediatría Gallega. Los enterovirus y parechovirus producen infecciones en niños que suelen ser banales, aunque a veces pueden afectar al sistema nervioso central, produciendo trastornos del lenguaje, memoria, aprendizaje, conducta o incluso epilepsia o parálisis cerebral.
Según afirma la primera firmante de esta investigación, la doctora Antía Fiel, “el objetivo de este trabajo era analizar las manifestaciones clínicas y la epidemiología de las infecciones del sistema nervioso central por este tipo de virus en menores de 36 meses ingresados en el hospital, evaluar su desarrollo neurológico y detectar secuelas a medio plazo de estos casos”. En esta investigación estudiaron a 39 pacientes infectados por estos virus, con una edad media de diagnóstico de 8,6 meses. Precisaron ingreso el 90% de ellos, con una estancia media de 5,5 días. El 65% de los casos sucedieron en los meses de primavera y en verano. La clínica más frecuente con que cursaron estas patologías fue la fiebre (87%), irritabilidad (49%), vómitos (28%), infección respiratoria alta (23%), cefalea (20%) y exantema (8%). Los especialistas realizaron un seguimiento de estos niños durante tres años, y dos años después del episodio detectaron que dos de ellos, en los que se había identificado un tipo de virus muy concreto y más lesivo, tuvieron secuelas neurológicas, en un de ellos con afectación al área motora y en otro con alteraciones en el ámbito social y comunicacional. Como conclusión, indican que la infección del sistema nervioso central por enterovirus es frecuente en menores de 36 meses con fiebre sin foco, especialmente durante los meses cálidos, de mayo a septiembre. El servicio de Pediatría del Chuvi tiene implantados estrictos protocolos de actuación para la detección e identificación disteis virus, así como para el control y seguimiento de los niños afectados. El equipo concluye que “aunque en la mayoría de los casos el pronóstico es bueno, es recomendable que el genotipado e identificación de estos virus se incluya de rutina en las infecciones del sistema nervioso central en lactantes, como se viene haciendo desde hace tiempo en el área sanitaria de Vigo, para establecer una alerta y posterior control evolutivo de los niños afectados”.
